Tapiales: El llanto desesperado de una nena en medio de un violento asalto

Solo terror y un llanto desconsolado. Una vez más las calles de La Matanza se convirtieron en el escenario del miedo. El miércoles por la noche, un hombre con su pequeña hija se bajaban del auto en la puerta de su casa en Tapiales, en una calle desierta. Pero esa quietud, que muchas veces es sinónimo de calma, en el conurbano se convierte en una amenaza latente, porque los delincuentes acechan y eligen víctimas que están solas y son vulnerables.  

En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve como el hombre hace descender a su hija y cierra las puertas del vehículo cuando de la nada aparece un auto a toda velocidad y se bajan tres delincuentes fuertemente armados que, a los gritos y sin dar tiempo a nada, le exigen las llaves del coche. La víctima logra tirar su bolso por encima de la reja pero no puede evitar entregar lo que le piden. Todo sucede con el desconsolado llanto de la nena de fondo, que escucha a los ladrones decirle a su papá “Dame todo o te mato, te juro que te mato”.

“La Matanza es tierra de nadie, hay robos a toda hora del día” se lamenta Julieta, una vecina que aclara que hay mucho miedo en el barrio, no solo a la inseguridad sino también a hablar. La víctima de este robo, por ejemplo, recuperó el auto al otro día pero la policía le advirtió que era mejor que no hablara con los medios. En lugar de protegerlo, lo callan. 

Es el segundo robo que sufre este hombre en apenas dos meses, los delincuentes siguen prófugos y la sensación de vulnerabilidad manda. “Pedimos que nos cuiden, pagamos nuestros impuestos, pero no podemos salir a la calle”, dice Carolina, otra vecina de la cuadra.

Las víctimas, como siempre, tienen ahora la difícil tarea de reconstruir la confianza para seguir viviendo en medio de la indefensión. Los chicos de La Matanza siguen creciendo en medio del desamparo, mientras la violencia y la desidia de quienes los tienen que cuidar, les arrancan brutalmente la inocencia.