La Matanza… los muertos del relato

Por Lic. Rodolfo Florido

“Detrás de cada Necesidad  hay un Derecho”. Una hermosa frase, vacía de contenido real y que no representa la realidad del mundo y ni siquiera lo aspiracional. Los últimos 5 muertos de González Catán en la Matanza son la prueba viviente y triste del Estado corrupto, falso y explotador que permite las usurpaciones o incluso las alienta a través de sus punteros políticos y luego monta sobre estas un sistema perverso, violento y oculto de cobros de “servicios” que no existen pero que los más pobres deben pagar. Estos personajes ocultos son los Chocolate Rigau de las usurpaciones.

5 muertos, decenas de heridos, dos de ellos graves, es; permítanme la expresión, una eficiencia para el mal que solo es propia de sicarios profesionales. Esos criminales no fueron a asustar, fueron a asesinar a corta distancia, viendo los rostros de sus víctimas y con una saña pocas veces vista. Quien los contrató o los alberga en sus organizaciones es poderoso o poderosa.

La verdad es que lo que sucedió es el colmo y se olvida con extrema facilidad. Situación esta que conviene a los explotadores de la pobreza y a los recaudadores del poder.

La gente debería preguntarse… ¿Cómo es posible que haya un “Capataz” en tierras usurpadas, robadas? Es como si yo les robará un televisor en sus casas y después fuera a sus propias casas robadas con el televisor en las manos y se los ofreciera a mitad de precio que en un negocio. ¿Se dan cuenta de lo profundamente absurdo de la situación? Es como que un usurpador fuera a la reunión de inquilinos y pretendiera ser el Presidente del Consorcio.

Uno de los problemas más graves es que la gente pobre cree que es normal pagar 1000 dólares por un lote de 300 metros robado o usurpado, al fin y al cabo es lo mismo. Naturalizamos tanto el absurdo que hay algunos periodistas que tratan de explicarlo como un “estado de necesidad”. Si seguimos con esos criterios, robar es un estado de necesidad, matar es un escalón superior de ese estado de necesidad, etc., etc.; etc.

Lo cierto es que es ahí donde el Estado debe estar presente en un país que puede albergar cómodamente a más de 200 millones de habitantes no lo hace porque una parte de los que conducen la política prefieren el “negocio” de una usurpación.

Alguien se ha preguntado ¿Por qué este país ha dejado hace décadas, sino más de 100 años, de crear pueblos o ciudades nuevas? Alguien se ha preguntado… ¿Por qué hay tantos ciudadanos extranjeros que vienen a nuestro país a usurpar tierras y hablan como si tuvieran derechos sobre estas, siendo que en sus países de origen se gana hoy más dinero que aquí y que sus inflaciones son inferiores al 10% anual? ¿O será que en sus países de origen no se permiten las usurpaciones de tierras?  

Javier Firpo en una nota en Clarín dice y cuenta  que… “Persiste el temor a pesar de la detención de la jefa Juana Correa Villalba. “Se fue mucha gente y casi no hay chicos”, dicen los que se animaron a emitir palabra.”Tengo mucho miedo pero no me quiero ir, por eso saqué a mis hijos de aquí y los llevé a Capital”, dice Valeria Suca, boliviana, testigo de la masacre.

Otra vez; la situación es absurda por donde se la vea. Pagó 1 millón de pesos por un terreno robado/usurpado por una organización mafiosa claramente político delictiva y le tiene más miedo a una mujer “La Jefa” detenida que al orden que el Estado le provee.

Cuenta en su excelente investigación sobre el terreno, el periodista de Clarín…”En uno de los caminos de la tosquera flamean las banderas (argentina, paraguaya, boliviana y peruana) de las comunidades que viven aquí. ¿Es que alguien se imagina que un ciudadano argentino podría ir a usurpar tierras en Perú, Bolivia o Paraguay y poner una bandera argentina en esa tierra robada como si nada? Inténtenlo.

Dice una de las ocupantes…  “Se despide Janet, prefiere no seguir hablando ‘porque vi que nos están filmando’. Y mientras se aleja agrega: ‘Cada semana tenés que pagar por algo, que la luz, que el cable, siempre te dicen que debés algo… diez mil, veinte mil y hasta cien mil pesos, billete por billete’.”

Se dan cuenta de lo absurdo, LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO, MAFIOSA DELICTIVA LES COBRA POR “SERVICIOS” (OBVIAMENTE TAMBIÉN ROBADOS) DE LUZ Y DE TELEVISIÓN.

 “En otra parada se acerca Dionisio (54). ‘Te venden el terreno pelado, vos tenés un tiempo para construir’, indica el albañil boliviano, que decidió no ir a trabajar para cuidar su vivienda que compró hace casi un año.”

ESTOS DELINCUENTES HASTA LES FIJAN EL TIEMPO QUE TIENEN PARA CONSTRUIR ALGO EN UN TERRENO ROBADO. Seguramente después tendrán los contactos con el feudo  de Espinoza y Magario para buscar que el gobierno municipal expropie las tierras particulares y privadas y “regularice la toma” o sea; autorice y convalide el ROBO y todas las prácticas mafiosas que están detrás de las tomas ¿O ALGUIEN CREE QUE LA GENTE LLEGÓ AHÍ DE CASUALIDAD Y LA INACCIÓN MUNICIPAL ES PURA BUENA VOLUNTAD?

“Leonel (23): Vivía en un monoambiente en Villa Celina, pagaba unos 150 mil pesos y me lo iban a subir a 250 mil. Una locura para mi presupuesto. Me hablaron de este lugar, que había un terrenito y vine a ver. Me dijeron que la fuera a ver a Juana, me pidió un millón de pesos, junté la guita laburando en el auto y lo compré”. O SEA; PUDO TRABAJANDO CON EL AUTO PAGAR UN MILLÓN DE PESOS POR ALGO ROBADO Y OBVIAMENTE SIN PAPELES DE PROPIEDAD PERO NO PODÍA PAGAR EL ALQUILER.

Otra investigación, en este caso del periodista Matías Bianchi empieza con lo siguiente…; “LA NACION recorrió el complejo donde cerca de 500 familias aseguran haber comprado terrenos a unos “delegados” paraguayos; el predio está en una zona de difícil acceso, junto a un basural; carecen de servicios, excepto un tendido precario de energía eléctrica.

¿Tendido precario de Energía Eléctrica? Se colgaron del tendido que todos los ciudadanos contribuyentes pagan y aceptan a “delegados Paraguayos”, hermoso eufemismo este que nombra a mafiosos, asesinos y narcotraficantes como “Delegados”. Intenten hacer esto en Paraguay.

Y como no tienen agua, tienen que “contratar un Pocero” para que cave hasta que encuentren el agua. Pero no cualquier “pocero” el que les dan los “delegados Paraguayos”

No es fácil cerrar esta nota. El mundo del absurdo naturalizado nos hace vivir situaciones ridículas como normales y entonces empezamos a utilizar eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre. A fuerza de explicar el “relato” empezamos a creer que los eufemismos son la realidad; como eso de llamar “Barrios Populares” a las Villas Miseria o “usurpación” al robo.