Destrozaron un jardín de infantes: es el tercer robo del año
Vandalismo y crueldad. El jueves, cuando las docentes del jardín 917 del partido de Tres de Febrero llegaron al establecimiento para dar clases se encontraron con el caos. Aulas revueltas, escritorios rotos, armarios desvalijados, vidrios y destrozos por todos lados.
Las imágenes duelen y contrastan con la inocencia de los dibujos pegados en las paredes de color. Las autoridades denuncian que no es la primera vez que entran a robar, pero que sí fue la más grave de todas porque se llevaron hasta las canillas.
Las maestras se mostraron indignadas, enojadas y tristes. Mientras acomodaban y hacían el inventario de lo que se habían llevado, le comunicaron a las familias que no saben cuándo van a poder retomar las clases.
Este es el tercer robo al lugar en lo que va del año. Después de los dos anteriores, los directivos resolvieron poner una alarma, pero esta vez los delincuentes cortaron los cables de la luz para desconectarla y poder entrar. Según pudieron reconstruir, usaron una escalera en plena vía pública para subir y acceder a la línea de tensión y después desactivar la alarma.
Ya sin luz, rompieron las puertas, se llevaron todo lo que encontraron y escaparon por las ventanas de atrás. Pero además, y es lo que más indigna a todos, destrozaron las salitas, desperdiciaron alimentos y destruyeron heladeras y aires acondicionados.
Los padres de los alumnos denuncian que la inseguridad está fuera de control en esa cuadra de Primera Junta y Catamarca. “Estamos cansados”, resumen. “Mi nene estuvo toda la tarde llorando porque vio su salita rota y todas las cosas tiradas. No entendemos la maldad de romper todo el jardín”, dicen.
Pero no es solo el jardín el que sufre. Hace unos pocos días, una maestra fue brutalmente golpeada por delincuentes que le arrancaron la mochila cuando llegaba a dar clases por la mañana.
El colmo fue que, horas después de encontrar el desastre, llamaron al Consejo Escolar para que mande a dos herreros a arreglar la puerta rota por los ladrones. Y mientras ellos trabajaban, les robaron la camioneta que habían dejado estacionada a pocos metros.
