Cristina y Lousteau… el final

Cristina y Lousteau… el final

Por Lic. Rodolfo Florido

Cuando los muñecos desafían a los ventrílocuos es el final del espectáculo. Pero cuidado porque la chuckypuede ser muy peligrosa si se siente terminada. Cuan peligrosa?  No lo sé. Los límites de Cristina han quedado difuminados en muertes que nunca encontraron culpables.

A ella le encantaría prorrogar la ficción atrayendo a los radicales de Lousteau y Manes a sus bloques legislativos tratando de sumar volumen político. Mientras que estos estarían deseando formar un interbloque con Pichetto y sus Federales. 

Nada de esto es fácil, Pichetto hace tiempo que decodificó a Lousteau y a Manes. Sabe que ellos tienen una sorda disputa entre machos alfa con narcisismos exacerbados. 

Pichetto no necesita esto, sabe que si les da espacio su capacidad de negociación con el hoy oficialismo queda gravemente afectada y él no quiere que lo vean ni como a Bullrich ni como a Cristina. Navega como pocos por esas aguas turbulentas que son la oposición crítica sin ser oposición fundamentalista. 

Lousteau y Manes son los que quieren este acercamiento porque es la única manera de sobrevivir a una próxima diáspora entre sus propias y mermadas tropas. En última instancia no hay que olvidar que Lousteau es el Presidente de la UCR y es a su vez el que generó una fractura minoritaria de sus legisladores, no pudiendo hacer lo mismo en el Senado porque el papelón sería mayúsculo.

Cristina estaría feliz de recibirlo al fin y al cabo es el Ministro de la 125, engrosaría su propio bloque y le daría oxígeno en su interna que no para de sumar desafíos a su creciente pérdida de poder real. Claro que si esto sucediese no es de descartar que la tropa legislativa loustoniana se vuelva a dividir ya que no quieren ser vistos como los radicales K que son pero que no quieren que se evidencie.

Manes por su parte, todavía no se dio cuenta que es una pieza sacrificable de Lousteau, que alimenta su desproporcionado ego crecido por una exposición mediática que sorprendió hace unos años pero que creó un monstruo que cree que es el Alfonsín de los tiempos modernos.

¿Y Kicillof? ¿Quintela?

Esto es otro tema aunque tiene su importancia en este ajedrez que es el tablero de la política opositora. Quiere ser Rey pero se encuentra con la Dama que tiene más movimiento que él. Y, en el ajedrez todos saben que la Dama pisa fuerte y el Rey está muy acotado en sus movimientos, pero es la única ficha no sacrificable porque se termina la partida. Claro que a Cristina esto no le interesa, ella no juega con las reglas de los otros. En su ajedrez la reina puede ser hermafrodita y ser Dama y Rey en un solo movimiento.

Claro que esta situación es novedosa aún para ella misma. No es que no hayan existido situaciones similares antes (Randazzo – Pichetto – Urtubey – Schiaretti) pero nunca se había vivido esto como un desafío frontal a la conducción del espacio hegemonizado por Cristina. 

Quintela es el mascarón de proa de muchos dirigentes otrora kirchneristas que huelen –como los tiburones- una gota de sangre en el océano y van por el sangrante cuerpo. Saben que no pueden ganarle a Cristina pero también saben que el declive comenzó y que Máximo y la Cámpora no son la “gloriosa JP”.

Kicillof sabe que si Cristina lo deja sin legisladores propios en las elecciones de medio término le está prácticamente anulando su futuro en el carrera Presidencial 2027. O sea una situación rara, similar –si bien distinta- a la que tuvo que atravesar Néstor cuando ejecutó el parricidio de Duhalde, su mentor.

Cristina necesita que la elección interna sea ya, el 17 de noviembre, o que Quintela se baje. Cualquier demora puede hacer crecer a Quintela o a lo que este significa. En la dialéctica de Máximo Kirchner es Kicillof el que esmerila a Cristina y no Cristina la que esmerila a Kicillof https://www.infobae.com/politica/2024/10/25/maximo-kirchner-hablo-de-sus-diferencias-con-kicillof-y-aseguro-que-desde-las-filas-del-gobernador-impulsan-la-candidatura-de-quintela-en-el-pj

En cualquier caso, Cristina se ve forzada a mostrarse mucho antes de tiempo como la candidata natural a la Senaduría (fines del 2025) para marcarle la cancha al díscolo jovencito que aspira a ser candidato a la Presidencia 2027 por decisión propia y no por el bendecido dedo de Cristina. Claro que poco antes de la elección interna, probablemente el 13 de noviembre, la Cámara confirmaría la pena de 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para cargos políticos y eso tiene su peso, aunque no superlativo a la hora de votar hacia el interior del Justicialismo.

Sea de una u otra manera, el ocaso de Cristina y el de Lousteau ha comenzado. Aún si triunfara en la Provincia de Buenos Aires, la situación no es muy diferente a la que es hoy. Por otra parte, no son pocos los distritos bonaerenses que quieren terminar con las bajadas de línea campocristikirchneristas, asegurar sus Intendencias y comenzar una etapa que estiman que será de un ostracismo largo del Poder Nacional hasta que surja o se construya un nuevo liderazgo en el Peronismo. Claro que si el PRO, la LLA y el radicalismo no escindido van juntos en la Pcia de Buenos Aires y la economía comienza profundiza su rebote durante todo el 2025 las posibilidades de Cristina no existirán y hasta podría abandonar su candidatura y a sus seguidores para evitar una derrota estrepitosa que acelere el fin de una era para ella, su hijo y los Lousteau y Manes de la vida.

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