Arena, una clausura “eterna” y 30 familias en riesgo
“Husan” es una arenera de la zona de Campana que desde 2022 denuncia “arbitrariedad” por parte del Juzgado N° 1 de faltas de la ciudad de Campana. En dicho año, tras un accidente, volcaron arena en demasía a un brazo del río Paraná y ofrecieron quitarla para que el banco formado no obstaculice el tránsito ni sea un riesgo para la fauna y flora. Recibieron el cargo más alto por ser “industria que derrama desechos tóxicos al río”. “Husan” niega ser una industria; “no derramamos desechos, solo arena de manera accidental y no es contaminante porque la sacamos del mismo río” es la postura de la empresa.
“Sin mediar palabras, nos llegó una inspección y nos clausuraron la empresa. Solo nos dejaron una oficina administrativa” aseguró uno de los dueños de la compañía. “Nos acusaron de que la arena contaminaba el río y que existía el peligro de que el barrio más cercano pueda inundarse” cuenta resignado el dueño quien prefiere no dar su nombre.
La clausura fue por dos meses, el 17 de noviembre de 2002 e incluyó la prohibición de poder vender arena. Una vez pasado ese tiempo, se levanta la sanción con la obligación de retirar el banco del arroyo “de manera inmediata”. Cuatro meses después, el 24 de mayo de 2023, la empresa vuelve a ser clausurada por un “nuevo incumplimiento”
“Tardamos meses en conseguir un barco que pueda hacer el trabajo. Una vez que lo tuvimos a disposición, nos pusimos a trabajar y a los tres días nos clausuraron de nuevo, ahora de manera parcial. Podíamos entrar a la empresa, pero no vender” cuenta una de las empresarias.
El barco tardó unas semanas en terminar la limpieza. Según “Husan”, presentaron toda la documentación pertinente, donde demuestran que el trabajo está finalizado y con las especificaciones pedidas por las autoridades.
“La última clausura data de mayo de 2023. Ya pasaron más de 400 días y seguimos sin poder trabajar. Es insostenible esto. De nuestro trabajo dependen más de 30 familias que están viviendo una situación desesperante. No sabemos por qué no nos levantan la clausura si cumplimos con todo hace más de un año. El arroyo está limpio desde el 28 de mayo de 2023 y lo demostramos; pagamos estudios de nuestros bolsillos que dicen eso. Hicimos todo lo que nos pidieron y no tenemos respuestas” expresó con dolor una de las dueñas. “Ahora me piden que me haga cargo de la limpieza de todo el arroyo hasta su desembocadura. Desde los bancos de arena hasta los barcos que estén hundidos y no solo no me corresponde, sino que nos es imposible económicamente”
La empresa sigue en su posición de “legalidad” y asegura tener todos los permisos. Mientras tanto, 30 familias temen por su futuro laboral hasta que no haya una definición del juzgado.