Urtubey… el nuevo Alberto de Cristina

Por Lic. Rodolfo Florido

A Cristina, la ex Presidente, ex Vicepresidente y actual Presidiaria le sobra tiempo para pensar volver aunque su presencia física ejecutiva sea de cumplimiento imposible. 

Entre los 6 años de prisión actuales y los entre 10 y 12 mínimos por venir (solo causas “Cuadernos” y “Hotesur Los Sauces” donde las pruebas son mas abrumadoras aún que las de Vialidad) ella podría dejar la prisión domiciliaria en una fecha cercana a sus 90 años. 

Obviamente eso, como a cualquier otro mortal, la desespera. Su obsesión es obtener su libertad a como dé lugar pero para eso necesita que el kirchnerismo o cuando menos el peronismo vuelva al Poder. Y para eso necesita que los que están se vayan y los que puedan ganar no ganen, con la excepción de lo que su compleja, afiebrada e inescrupulosa mente planifique. 

O sea una fórmula que regrese al peronismo kirchnerista al Poder y que le de tres indultos en serie. O sea un indulto total que como dice la norma… “El indulto total comprende la remisión de todas las penas a que hubiere sido …”

Y esto tiene que construirlo. Es como un ajedrez de esos que se juegan en tableros tridimensionales. Hay que ganar las tres partidas y lograr la rendición del Rey para que se corone a la Reina.

¿Alguien asegura el éxito de estas jugadas? Obviamente NO. Pero Cristina no tiene alternativa debe jugarlas o usar la tobillera hasta los 90 años.

Obviamente entramos en un terreno especulativo con hilachas de información y la comprensión de una mente tortuosa que disfruta más de la sorpresa que del resultado. Cuenta para esto con un periodismo oficialista y opositor que la coloca en el centro de la escena obviando su condición de delincuente condenada.

Cristina genera esa atracción por lo inasible y tortuoso de su mente. Sabe que tiene un núcleo duro de seguidores a los que no les importa sus robos, su uso personal, su desprecio real por las calles de tierra inundadas y que van a santificar cualquier decisión que tome, dotándola de una suerte de genialidad que tiene la extrañísima capacidad de fracasar una y otra vez y aún así mantener la centralidad sobre ella misma.

Luego del fracaso de Alberto, la traición de Scioli y la rebelión de algunos Gobernadores eligió a un ex Gobernador casado con una popular actriz –Isabel Macedo- y lo digo porque es importante para su visibilización para comenzar a construir un plan 2027 o como máximo 2031 u antes. 

Claro que para eso necesita fidelizar a este ex Gobernador salteño que supo ser extremadamente crítico del kirchnerismo y formó esa transitoria y fallidaalianza con Lavagna, Pichetto y el ahora líder de Provincias Unidas, Juan Schiaretti. Por aquellos tiempos esa alianza de prima donas explotó por los aires en un duelo de egos personales. 

Es por eso que Cristina quiere ahora tener el control férreo de un Urtubey cuyo primer paso es hacerlo ingresar al Senado de la Nación aunque sea por la minoría y si Urtubey no lo logra, se deshará de él o le pedirá que se reconcilie con su otrora aliado Schiaretti. Y para tener el control férreo de Urtubey tiene los carpetazos de las causas por corrupción que afectan al ex Gobernador y a parte de su familia, Causas estas abiertas y ampliamente cubiertas por medios provinciales

En otras palabras, Urtubey puede ser el Alberto de Cristina, el Zannini de Kicillof  y/o el eslabón para una nueva alianza con Provincias Unidas. En cualquier caso es una pieza del tablero tridimensional de ajedrez de la Presidiaria en su desesperada búsqueda por recuperar la centralidad que hoy aún tiene, pero en libertad.

Mientras tanto otra figura femenina de alta exposición y con grandes ambiciones observa el movimiento de este tablero para jugar sus fichas aprovechando una imagen aún positiva pero que se diluirá si llega al 2027 sin un destino cierto y verificable.

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