Los alimentos vuelven a subir fuerte en el conurbano

Los alimentos vuelven a subir fuerte en el conurbano

Este viernes se conocerá la inflación de febrero, que según los analistas será más alta que el 2,2% de enero pero no superaría el 3%. Sin embargo, en las zonas más vulnerables del conurbano, los alimentos no paran de subir. Según un relevamiento mensual de precios de los alimentos de la canasta básica (CBA) en negocios de cercanía de los barrios populares bonaerenses, en febrero hubo un aumento del 5,12% sólo en productos comestibles.

De acuerdo al trabajo publicado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), una familia de dos adultos y dos hijos pequeños que treinta días atrás necesitaba $437.024 para cubrir sus necesidades alimentarias, un mes después precisó sumar $ 62.000 a su presupuesto para llegar a los $459.389 que costaron los mismos productos. 

Nuevamente los diferentes cortes de carne, tuvieron aumentos por encima del promedio: asado +11,11% ; espinazo +16,6% ; milanesas +13,6% ; pescado +14,4% ; y pollo +9,3% ; e impulsaron el promedio hacia arriba. 

Por esa razón el rubro carnes encabeza los aumentos con un 8,70% , seguido por las frutas y verduras con 6,69% y los productos de almacén con 2,32%.

“Como venimos afirmando desde hace varios meses, en los barrios populares, la inestabilidad es la característica principal que atraviesa la evolución de los precios de los productos indispensables para la vida cotidiana de las familias. Así, en octubre el incremento mensual de los alimentos de la canasta básica fue del 4,18%, en noviembre 0.40%, diciembre saltó a 5,09%, en enero descendió a 0,17%, y en febrero volvió a estar por encima del 5%”, sostiene el informe del ISEPCI.

“Esto muestra una situación que está lejos del relato oficial que expresa que hay una tendencia descendente de los aumentos de los precios que se va sosteniendo en los últimos meses, y proyecta para los próximos una continuidad que desembocaría en subas del 1% mensual o menos. Por ahora, nada indica que llegaríamos a la segunda parte del año en torno a esa situación de estabilidad que el gobierno anuncia insistemente”, advirtieron. 

Si se toma en cuenta la canasta básica total, que incluye servicios además de alimentos, en febrero una familia de dos niños y dos adultos requirió $1.047.409,02. 

Desde el ISEPCI explicaron que esto se agrava porque la evolución de los salarios en blanco según el Indec fue del 138% mientras que la canasta básica trepó un 156,5%. Esto, según señalan, “contribuyó a esta abrupta restricción del consumo de alimentos”. Esto se corrobora con datos oficiales.  Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el consumo de carne bovina el año pasado descendió al nivel más bajo de los últimos 28 años.  Por otro lado, los datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), muestran una caída el consumo de lácteos en el mercado interno tuvo un descenso del 9,7%, con bajas pronunciadas en: postres lácteos -49%, leche en polvo -34,8%, quesos entre -25 y -15%, leches entre -10,8 y -4,2%, yogures -8,6%. 

“El llamado ‘control de la inflación’ no es más que una desaceleración de los aumentos que siguen su curso en menores proporciones a un año atrás, pero siempre por encima de los incrementos en salarios, jubilaciones, y asignaciones sociales, lo que va carcomiendo el consumo interno, obligando a las familias a disminuir y/o eliminar productos que son indispensables para una vida cotidiana digna y sustentable”, concluyó el titular del ISEPCI, Isaak Rudnik.

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