La provincia cruzó a la Nación y no adhiere al protocolo antipiquetes
En la previa a la movilización masiva que anunciaron las organizaciones sociales y los grupos piqueteros para mañana 20 de diciembre, se tensa la relación entre el Gobierno Nacional y el Gobierno de la provincia de Buenos Aires por el protocolo antipiquete anunciado por la ministra Patricia Bullrich.
El ministro de gobierno bonaerense Carlos Bianco salió a cuestionar los anuncios de la titular de Seguridad de Milei y aseguró que en la provincia no se aplicará el protocolo porque no están de acuerdo “con disposiciones que criminalizan la protesta”.
“Me parece que lo que se ha hecho sobrepasa un límite que hemos tenido durante todos estos años de democracia, cuestiones de reconocimiento facial que hay que ver si están validadas en el marco de la normativa legal. Son cosas que habrá que analizar”, dijo Bianco en declaraciones a Radio La Red
El Gobierno había advertido que aquel que corta la calle se quedará sin planes y que las manifestaciones sólo pueden hacerse en la vereda. Además, la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, aclaró que el Gobierno “va a eliminar los certificados de presencialidad que tienen las organizaciones” y les habló directamente a los manifestantes: “Sepan que nadie puede obligarlos a ir a una marcha bajo amenaza de quitarles el plan”.
En respuesta a esto, las organizaciones ratificaron la masividad de la convocatoria. “Los anuncios de la ministra Pettovello siguen el mismo camino que los de Milei en su asunción, los de Caputo y las recientes amenazas de Patricia Bullrich cuando anunció el protocolo de seguridad. Van en un camino de ataque, de amenaza a los trabajadores desocupados, aquellos que cobran un programa social, porque saben que vamos a encabezar una movilización el próximo 20 de diciembre, donde vamos a ser miles y miles de trabajadores y trabajadoras que vamos a salir a la calle en Buenos Aires y en todo el país”, dijo Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero.
Faltan horas para la primera movilización contra el gobierno de Milei. Bullrich promete dureza, la Ciudad se alínea pero la Provincia toma distancia. Todos lo toman como un día bisagra donde se medirán fuerzas pensando en un escenario de alta conflictividad social futura.