Kicillof y Milei, cara a cara en medio de la emergencia por el temporal
El Gobierno bonaerense dispuso el estado de emergencia en toda la provincia y declaró el asueto administrativo y escolar en Bahía Blanca, Tres Arroyos, Monte Hermoso y otras localidades afectadas por el temporal que dejó al menos 15 muertos en la provincia. Sin embargo, la sensación que define el estado de la administración de Axel Kicillof después del temporal que sacudió a todo el conurbano y asoló a Bahía Blanca es la de preocupación.
Más allá de la asistencia social y la lógica movilización de recursos, la tragedia catalizó el primer contacto entre el presidente Milei y el gobernador bonaerense y sembró más dudas sobre la ayuda que pueda recibir la provincia en el futuro.
Los destrozos que dejaron la tormenta y el viento a una semana de las fiestas y en medio de una crisis económica sin precedentes solo se traduce, para la administración provincial, en dos palabras: más plata. Y esas dos palabras chocan con otras tres palabras que son el mantra del nuevo gobierno nacional: “No hay plata”.
La reunión entre Milei y Kicillof se produjo en Bahía Blanca, donde murieron 13 personas al caerse el techo de un club deportivo, y puso en evidencia la falta de fluidez de una relación que asoma como compleja y atravesada por la negociación constante. Desde el entorno de Andrés “cuervo” Larroque, en quien Kicillof delegó la organización de la asistencia a los damnificados, encendieron las alarmas. La provincia está acostumbrada a movilizar recursos ante este tipo de tragedias, pero ahora por el contexto inflacionario los proveedores no dan precios y los fondos que antes bajaban de forma irrestricta desde la Nación no serán abundantes sino más bien todo lo contrario.
En un contexto de crisis y ajuste, la naturaleza puso obligadamente cara a cara al flamante presidente y al gobernador que podría erigirse en la cabeza de la oposición. El domingo se los vio codo a codo en el comité de crisis. Habrá que ver cómo evoluciona la relación cuando se ponga en marcha la asistencia y empiecen a aflorar las rispideces políticas.
