Textiles nacionales en alerta por los beneficios a las importaciones
En un contexto en el que la industria textil solo pudo hacer uso del 44% de su capacidad instalada y la producción está en caída, los referentes del sector advirtieron que las medidas de apertura de las importaciones que impulsa el Gobierno generan una gran preocupación y anticiparon que podrían cerrar el año con un desplome de las ventas del 20%.
Según explicaron, la competencia con productos que vienen de afuera se hace muy difícil porque los países que los producen tienen estructuras laborales de muy bajo costo, lo que se traduce en precios mucho más bajos. Y afirmaron que la verdadera razón de los altos costos de la producción textil en Argentina no pasa por la fabricación sino por los impuestos y el difícil acceso al crédito.
Los textiles denuncian que con la apertura de las importaciones los obligan a competir en condiciones muy desiguales y aclararon que la medida no soluciona la cuestión de fondo porque si no se bajan los impuestos no hay posibilidades de bajar los precios. En este sentido, detallaron que los costos de producción son apenas el 18% del precio final del producto y que el resto tiene que ver con cargas impositivas y márgenes de comercialización y distribución.
El principal temor de los empresarios pymes es que la incipiente recuperación del consumo se vuelque decididamente a los productos importados y por eso reclaman algún tipo de legislación que los proteja. Advierten que si no se da marcha atrás con esta desregulación las consecuencias estructurales para los productores y comerciantes podrían ser irreversibles.
La producción textil cayó 18,3% en los últimos 12 meses, se cerraron 49 plantas y casi 120 talleres de confección y se perdieron más de 8700 puestos de trabajo registrado. Si a esto se le agrega la caída de las ventas vaticinada por el sector, el panorama no es para nada alentador para empresarios y comerciantes que apuestan a la industria nacional.