Suma fija: Intendentes furiosos contra Kicillof por un anuncio engañoso
Se trata de leer la letra chica. Los intendentes opositores de la provincia de Buenos Aires están que trinan. Y, una vez más, el centro de su enojo son los manejos del gobernador. Es que Axel Kicillof había anunciado que la provincia adhería al pago de la suma fija a los trabajadores y que se iba a crear un Fondo Especial de Asignaciones Extraordinarias para ayudar a los municipios. Ese ente finalmente quedó oficializado este lunes pero, como suele pasar, lo que dijo Kicillof no es exactamente lo que después se publicó en el Boletín Oficial.
Los fondos que la provincia le va a mandar a las intendencias finalmente cubrirán apenas la mitad del monto total que se requiere para pagarle el bono a los empleados públicos y además se trata de un préstamo que será descontado de los fondos coparticipables.
La pulseada por el pago de la suma fija a los trabajadores públicos empezó ni bien Sergio Massa hizo el anuncio. En ese momento, los jefes comunales del radicalismo, en representación de Juntos por el Cambio, le advirtieron a Kicillof que no podían hacerse cargo de esa suma porque varias de sus intendencias estaban al borde del colapso financiero. Incluso el mismo gobernador dudó durante unos días si adherir o no a la iniciativa porque, según él, en Buenos Aires “los salarios le ganan a la inflación”. Finalmente, la campaña pudo más y el gobernador terminó anunciando que la provincia se plegaba al pago de 60 mil pesos dividido en dos cuotas y que los municipios recibirían auxilio para cumplir con sus empleados.
Pero lo que quedó plasmado en el Boletín Oficial terminó siendo una trampa para los intendentes, que ahora no solo tienen que hacerse cargo de la segunda parte del pago del plus sino que en diciembre tendrán que devolverle a la provincia el monto por la primera mitad.
Muchos jefes comunales se quejan porque esto desequilibra las finanzas de los municipios y empezaron a negociar con los gremios estatales. Pero sobre todo prima el malestar porque una vez más no fueron escuchados y quedaron atrapados entre los anuncios públicos y la letra chica, que dicen cosas muy diferentes.
