Política obscena: Insaurralde y la lujuria en yate en medio de la crisis y la pobreza
Apenas 4 días después de que se conociera que la pobreza en el conurbano bonaerense llega al 47%, que 6 de cada 10 chicos viven en hogares pobres en nuestro país y que las proyecciones de la cantidad de gente que vive sin las necesidades básicas cubiertas son preocupantes si se tiene en cuenta la escalada inflacionaria post devaluación, estalló el escándalo en el seno del gobierno bonaerense. Las fotos del Jefe de Gabinete Martín Insaurralde tomando champagne en un yate en Marbella, acompañado por una vedette, ajeno a la campaña, ajeno a la inflación, ajeno a la crisis cayeron como un baldazo de agua fría y desataron una crisis de nervios en Unión por la Patria. Una clara postal de la política dándole la espalda a la sociedad.
Las vacaciones le salieron muy caras a Insaurralde. Inmediatamente Axel Kicillof le pidió la renuncia y también tuvo que correrse de su carrera para ser concejal. Además la oposición lo denunció por enriquecimiento ilícito. Es que no se entiende cómo con un patrimonio que se reduce a una casa, dos plazos fijos por mil dólares y un salario de poco más de un millón de pesos el ahora ex funcionario pudo costear un yate de 8 mil euros por día. Incluso ya había quedado en la mira por la cifra que había acordado por el divorcio con su ex mujer, la modelo y conductora Jesica Cirio, que ronda los 20 millones de dólares.
Los denunciantes sostienen que los gastos de Insaurralde “no se condicen con sus ingresos declarados, circunstancia que adquiere relevancia institucional por el cargo público que ocupó hasta hace pocos días”.
Kicillof busca la manera de evitar que el escándalo le pegue de lleno en la campaña. Es por eso que no sólo desplazó a su Jefe de Gabinete sino que impulsa la disolución del área. “Luego de interiorizarme sobre la situación, decidí aceptar, de forma inmediata, la renuncia de Martín Insaurralde” escribió en redes y agregó que “tendrá que dar las explicaciones en el ámbito que corresponda”. Pero además anticipó que mandó a la Legislatura un proyecto para “disolver la Jefatura de Gabinete de Ministros, cuyas funciones sustantivas serán absorbidas por otros ministerios”.
El terremoto se suma al escándalo de “Chocolate” Rigau, el puntero del PJ que fue filmado en el cajero con 48 tarjetas de débito retirando dinero de cuentas de supuestos empleados fantasma de la Legislatura bonaerense. Todo apunta a la corrupción, al dinero en negro y a funcionarios enriqueciéndose en medio de una crisis inédita y socialmente destructiva.
Los que por supuesto hablaron fueron los competidores de Kicillof por la gobernación. “No me gusta y a lo largo de mi vida política no me metí nunca en la vida privada de la gente. Entonces, la actitud de él, por qué lo hizo, de dónde sacó el dinero, que lo explique él. Sí me preocupa la actitud del kirchnerismo y del gobierno de la Provincia respecto de la gente. Se han alejado de la gente. 47% de pobres. Acá hay algo realmente grave, que estamos perdiendo el foco: es un gobierno ausente”, dijo Néstor Grindetti, candidato a gobernador por Juntos por el Cambio.
Carolina Píparo, candidata a la gobernación por La Libertad Avanza, se refirió al escándalo en redes y apuntó también a Kicillof: “¿No se preguntan cómo es que funcionarios públicos pueden llevar la vida de un multimillonario? Y en el caso de Insaurralde, ¿en serio quieren exculpar a Kicillof? ¿No sabés quién es tu jefe de Gabinete, ni cómo vive? Vamos… Todos cómplices”, escribió.
Faltan 21 días para las elecciones y el yate de Insaurralde parece haber provocado un tsunami que golpea fuerte al barco del oficialismo y lo pone en serio riesgo de naufragio.
