Noquearon a Super Berni pero la inseguridad sigue

Noquearon a Super Berni pero la inseguridad sigue

Balearon a un adolescente para robarle el celular en una “parada segura” de Merlo. No aparece ningún plan serio y la gente ya no le cree a los políticos

Después del quiebre que supuso ayer el crimen del chofer Daniel Barrientos, la protesta de los colectiveros y el ataque directo al ministro de Seguridad de la provincia, los vecinos del conurbano no guardan ninguna esperanza. Siguen desamparados y saben que cuando baje la espuma mediática volverán a estar olvidados.

Ahora se conocieron imágenes de un chico de 16 años que fue baleado en la pierna mientras esperaba el colectivo en una de las denominadas “paradas seguras” de Merlo. Un delincuente se acercó a la esquina de Lafayette y Mosconi y, para robarle el celular, le disparó justo abajo de la rodilla. La víctima fue filmada por un hombre que estaba cerca y en las imágenes confiesa, con la sangre aún bañándole el pantalón, que no llamó a la policía. Tal vez porque ya no cree más. 

“Los políticos miran para otro lado, no quieren ver la realidad de la gente” explica Arminda, vecina de Virrey del Pino, el barrio donde mataron al chofer de la 620 en la madrugada del lunes. Ella, como muchos otros, está cansada de vivir una vida llena de rutinas y privaciones dictadas por el miedo.

En muchas zonas de La Matanza, el transporte público no entra a los barrios durante la madrugada por la falta de vigilancia y los vecinos deben recorrer a pie varias cuadras hasta la ruta poniendo literalmente en riesgo su vida cada vez que van a trabajar.

Las reacciones políticas después del escándalo fueron, al menos, insuficientes. Kicillof guardó silencio y Alberto Fernández se bajó de un acto que tenía previsto en el Conurbano. El que habló fue el ministro de transporte bonaerense, Jorge D’onoffrio, que responsabilizó a las empresas de colectivos por no hacer inversiones y les reclamó la instalación de cámaras. Por otro lado, el propio Berni, recuperado a medias de los golpes, apuntó a los intendentes y dijo que no reclutan cadetes de policía en sus distritos pese a que desde su ministerio los ponen a disposición. Berni se quejó de que “en la Ciudad de Buenos Aires hay un policía por esquina y en la Provincia uno cada 80 cuadras” y volvió a exigir que desde Nación manden gendarmes. Una pelea con el Presidente y con Aníbal Fernández que tiene un trasfondo más político que ejecutivo y ya hartó a los vecinos.

En los distintos distritos del conurbano se repite la sensación de desamparo y miedo, con el ingrediente novedoso de la bronca, que el lunes derribó todas las barreras y terminó con un ministro ensangrentado.

Y mientras la gente se cansa y los políticos se echan culpas, la violencia crece, la delincuencia avanza y parecería que no hay nadie que las pare.

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