Mayoristas y supermercados desmienten la “inflación cero” que festeja Milei

Mayoristas y supermercados desmienten la “inflación cero” que festeja Milei

En su paso por Praga, Javier Milei celebró que, según datos de la consultora privada Econométrica, los alimentos y las bebidas no tuvieron variación de precios en la tercera semana de junio, algo que no sucedía desde hacía 30 años. El presidente se ufanó de ese dato para decir que “las cosas están funcionando” y que Argentina va “por el camino correcto”. Sin embargo, los datos no reflejarían lo que sucede en realidad. 

Desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) explicaron que las listas siguen llegando con aumentos desde las industrias pero que los mayoristas tratan de no trasladarlos a precios para no perder ventas, aún poniendo en juego su propia rentabilidad. 

Esto ocurre porque en abril las ventas mayoristas cayeron 6% porque los comercios, al notar que bajaban las expectativas inflacionarias, dejaron de stockearse. Y va de la mano de la caída general del consumo que llevó el mes pasado a un desplome del 17,6% en las ventas de los grandes supermercados. 

Así, la inflación cero sería una respuesta de los centros de compras ante la retracción del consumo y no el fruto de la supuesta estabilidad económica de la que habla Milei. 

“El consumidor está muy expectante, busca alternativas, busca las segundas marcas y eso creó una reacción de las marcas líderes, buscando posicionarse en el mercado de precios, con nuevos lanzamientos”, explica Juan Castro,  presidente de CADAM. La estrategia de las empresas ante la nueva tendencia es dejar el producto de primera marca sin variación de precios pero lanzar otro similar más barato para seducir a los compradores y así aumentar las ventas. 

Por otro lado, en los comercios de barrio los precios siguieron subiendo, aunque a un ritmo menor. Martha Velardez, dueña de un supermercado de Almagro, explica que los aumentos pasaron de ser del 20% mensual al 5% o el 8%, pero siguen existiendo. Y en el caso de algunos productos como los lácteos o las gaseosas, las remarcaciones continúan en dos dígitos, entre el 10 y el 12%. 

En línea con lo que dicen los mayoristas, Velardez, explica que la gente cada vez compra menos y que se inclina, ya sin vueltas, por las segundas marcas. 

Así, lejos de la bonanza que celebra el presidente, la supuesta “inflación cero” se explica más por una estrategia de supervivencia de los comerciantes ante los bolsillos cada vez más flacos de los consumidores que por la dirección que el Gobierno le imprime a la economía. Sin embargo, Milei sigue creyendo que este es el camino correcto y se permitió soñar en Praga con que, si las cosas le salen bien, le terminen dando el Premio Nobel de Economía. 

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