MADRES DESESPERADAS, CHICOS CHICOS EN PELIGRO: DOS VIOLENTOS ROBOS EN RAMOS MEJÍA Y GLEW
La violencia espera agazapada en cualquier esquina del conurbano. Ya no importan los horarios ni las medidas de seguridad que tomen los vecinos. Este fin de semana, dos brutales asaltos tuvieron como víctimas a familias indefensas y con chicos muy pequeños, que quedaron en la mira de delincuentes armados y dispuestos a todo.
El primer episodio fue en Ramos Mejía. Una familia llegaba a buscar a su hija de 14 años a una casa sobre la calle Bulnes. Estacionaron la camioneta en doble fila para esperar a que la nena subiera y en ese momento fueron abordados por los delincuentes. Los encañonaron, los amenazaron y les quisieron robar el coche. Pero como en el asiento de atrás, en la sillita y con cinturón de seguridad, había una bebé, no pudieron llevárselo. En el video son elocuentes los gritos de desesperación de la madre, que les advierte a los ladrones que su hija más pequeña estaba en el vehículo.
Mariana, la dueña de la casa amiga de la familia asaltada, fue testigo del violento robo y confirmó que estaban armados y todos eran menores de 20 años. “Cuando le dijimos que había una beba adentro del auto nos dijeron que no eran asesinos, pero a la vez nos seguían apuntando”, dijo resignada. Finalmente, los delincuentes se llevaron los celulares de todos y escaparon. Siguen prófugos.
El segundo hecho fue en Glew. Las cámaras de seguridad muestran cómo un auto estaba maniobrando para estacionar y fue interceptado por delincuentes que bajaron de otro vehículo y le apuntaron a la conductora. La mujer rogó que la dejaran bajar a la nena y la alejó de la escena mientras veía cómo los ladrones se subían a su auto y se lo llevaban.
Una vecina de la cuadra contó que en el barrio casi todos los días hay un robo. “Vivimos encerrados detrás de las rejas, esperamos a nuestros hijos cuando llegan de estudiar, pero los asaltos son moneda corriente”, detalló.
Como en otras zonas del conurbano, la policía patrulla, pero no alcanza. Los vecinos dicen que faltan efectivos y, lo que es peor, que los delincuentes saben que si los agarran, en pocos días recuperan la libertad. Impunidad, violencia, y en el medio, chicos en peligro.