Las PASO van a ser una sorpresa
OPINIÓN por Lic. Rodolfo Florido
Hace demasiado tiempo que las Encuestadoras no aciertan un solo resultado electoral y que la noticia es que una de docenas de ellas acertó un resultado. Y eso que muchas han extendido su margen de error (ecuación absolutamente arbitraria) hasta un más menos 3%, lo que totaliza un 6% porque si un más menos 3% sobre una intención de voto de 20% significa que puede ser 17 o 23% o sea muchísimo.
Y aún con esos márgenes erran.
Obviamente la pregunta es porque fallan y como han logrado seguir siendo económicamente atractivas para los candidatos políticos. Responderé a estas dos preguntas de manera absolutamente objetiva y obviamente molesta.
- Primero; porque fallan.
Hay varios motivos concurrentes del porque fallan. Las matrices de muestreo son viejas y responden a estructuras socio culturales rígidas, siendo que las sociedades actuales son lábiles, cambiantes, cortoplacistas, etc. O sea, toman datos de estabilidad socio culturales que no se compadecen con la realidad, especialmente en la población de menos de 50 años.
Otro motivo es que tanto las encuestas telefónicas como las presenciales (mucho más caras por cierto) tienen un nivel de rechazo al encuestador (sea este una máquina o un operador de campo) que supera un 90%. Luego, toman al encuestado como un absoluto y no analizan la conformación laboral, edad, formación, etc del rechazante. O sea, el + – 3% es el 90% de los que rechazan la encuesta y el absoluto de la encuesta es el 10% de los que participan. Un absurdo matemático propio de los seguidores de la Escuela Polimétrica que creen y afirman que todo comportamiento humano es previsible y medible por ecuaciones matemáticas.
Otro motivo y acá me detengo por cuestiones de tiempo y espacio, es el porcentaje de encuestados efectivos que cuando le dicen que la encuesta durará aproximadamente 5 minutos les resulta que el tiempo es excesivo para una cultura de redes sociales en la cual hay mucha gente que ni siquiera escucha audios de watshapp que tengan más de 30 segundos.
- Segundo; como han logrado seguir siendo económicamente atractivas para los candidatos políticos
Otra vez, hay dos o más motivos concurrentes.
El primero de ellos es que la clase política ha perdido la capacidad de interpretar el sentimiento popular de cada estrato social que conforma la compleja estructura socio económico y cultural. Más allá de los fenómenos mediáticos que construyen sus propias aspiraciones políticas o sirven para reforzar la votabilidad de candidatos políticos de carrera, son pocos los que responden las preguntas para construir una percepción real de las masas que representan cada estrato social.
Esta pérdida de la capacidad para interpretar el deseo profundo de los votantes o sea sus clientes, hace que pidan las encuestas para que estas les reflejen las presuntas percepciones de las realidades en las cuales conviven. O sea, la encuesta, presuntamente, ya no les sirve para medir como impactan sus discursos en la sociedad sino para ver qué discurso se construye para impactar en la real demanda de la sociedad. El problema de esto es que el dirigente ya no se percibe como un conductor sino como un conducido de las volatilidades sociales. Todo un problema.
El segundo de ellos es que la encuesta la observan como un sustituto pago para evitar preguntarles a los niveles más iniciales de la política, militantes, concejales, Intendentes, legisladores provinciales, etc; y que estos perciban la debilidad de sus superiores, exigiendo mayores funciones en el cursus honorum de la política tradicional.
Es por todo esto señalado en los ítem 1 y 2 que me permito pensar y afirmar que los resultados de las PASO van a ser sorpresivos sobre todo en las distancias entre candidatos ya que cualquier matemáticas básica está dejando (en todas las encuestadoras) un número que oscila entre un 15 y un 25% del universo encuestado sin resolución en las ofertas electorales existentes. Y no estoy hablando del voto en blanco, que nunca es significativo, ni del ausentismo, que nos muestra la falta de interés pero que no influye en los porcentajes absolutos de los candidatos.
Siguiendo y finalizando este análisis no polimétrico, no hay ningún motivo para suponer que JxC saque menos votos que cuando perdiera en el 2019 o sea una sumatoria superior al 35/40% en tanto que el UxP perderá más de 20 puntos los cuales se redistribuirán entre Javier Milei y sectores minoritarios de Izquierda no llegando a los 30 puntos con un Milei que oscilará entre los 15 y los 20 puntos, totalizando todos del orden de los 85 a 90 puntos con 10/15 puntos entre los extremos ideológicos, votos anulados y en blanco.
El domingo a la noche lo sabremos