Las mentiras de Acevedo: El exfiscal que traicionó a la Justicia vuelve a buscar artilugios para evitar ir preso por corrupción
El exfiscal de Lomas de Zamora Oscar Acevedo se sigue escapando de la justicia pese a estar acusado de numerosos hechos de corrupción, encubrimiento agravado, abuso de autoridad, falsificación ideológica de instrumento público, coacción agravada y omisión de denuncia, entre otras cosas.
Con distintas maniobras destinadas a obstruir el avance de la causa penal, el exfiscal, cuya detención ya ha sido pedida, continúa buscando las formas de no ir preso. Ahora argumenta que tiene problemas mentales, invoca incapacidad procesal y el juez Ruiz ordenó realizarle pericias psiquiátricas de las cuales todavía no pudieron ni siquiera notificarlo.
En 2011 Acevedo fue denunciado por la entonces procuradora María del Carmen Falbo por haber armado una causa para desbaratar la investigacion por el asesinato del empresario Agustín Ramos en 2008. La procuradora habló de un armado criminal construido desde la propia fiscalía, a través del cual Acevedo benefició a los imputados de matar a Ramos. Estuvo a punto de ser destituido 3 veces, pero siempre logró evitar la cesantía recurriendo al pretexto de la depresión y los problemas mentales. Finalmente, en julio de 2022, después de 10 años de dilaciones producto de los artilugios legales de Acevedo, el Jury lo destituyó por unanimidad. En ese momento las pericias de la Corte determinaron que usaba sus supuestas enfermedades psiquiátricas que eran falsas para paralizar el proceso.
Sin embargo, contrariamente a lo que sucedió con el Juez Martín Ordoqui, que fue destituido por el Consejo de la Magistratura y a las 5 horas ya estaba detenido acusado de cohecho y asociación ilícita, Acevedo sigue libre. Supuestamente está en su casa, aunque no pueden encontrarlo. “El fiscal se encuentra limitado por el juez para poder avanzar. Acevedo tendría que estar preso”, explica la Dra. Grossi, abogada de la familia Ramos.
El juez Ruiz negó en varias oportunidades la detención del exfiscal apartado por corrupto. “Le está haciendo el juego, entiende que no hay riesgos procesales cuando claramente hay un peligro de fuga porque ni siquiera lo pueden notificar en su domicilio”, argumenta Grossi.
Mientras tanto, la causa penal en su contra, por la cual ya debería estar detenido, sigue frenada.
Habrá que ver si las pericias -si es que se logran hacer- le ponen fin a su escurridiza estrategia y determinan que puede afrontar el juicio en su contra. “Ya pasaron 15 años del asesinato de mi papá y todavía no hay justicia”, dice Martín Ramos, hijo del empresario asesinado.
