HARTOS DE VIVIR CON MIEDO: LOS VECINOS DE VILLA MADERO ATACARON LA COMISARÍA
La Matanza arde. La inseguridad arrasa y los vecinos sienten que están dentro de una especie de lotería siniestra, en la que cualquier momento les puede tocar convertirse en víctimas de un asalto o lo que es peor, de un balazo. En los últimos 4 días, dos salvajes ataques sacudieron una vez más a los habitantes de Villa Madero. Uno terminó en muerte, el otro, con un médico gravemente herido. Por eso este martes se convocaron ante la comisaría para reclamar, una vez más, que alguien los proteja y ante la falta de respuestas atacaron la seccional y rompieron los vidrios. La bronca impulsada por la indefensión pudo más y todo terminó en incidentes.
El domingo, Ezequiel, un radiólogo de 37 años, tuvo la “mala idea” de ir a visitar a un amigo por la noche. Cuando estacionó su camioneta en Cuzco y Caaguazú, un auto blanco se le puso a la par y se bajaron tres delincuentes armados que lo acorralaron, lo encañonaron y entre gritos y amenazas le sacaron el celular y las llaves de la camioneta. Antes de escapar, le dieron un culatazo en la cara y después, como no podían arrancar el vehículo, le dispararon y lo hirieron en el abdomen. El audio del video de las cámaras de seguridad es simplemente escalofriante.
El auto apareció abandonado en Lugano, los delincuentes siguen prófugos y Ezequiel lucha por su vida en un hospital después de una operación de tres horas para sacarle la bala. Aunque está grave, se salvó de milagro y tiene que agradecer que el disparo no fue unos centímetros más arriba, en el pecho.
“En la Matanza la situación de la inseguridad es caótica” dicen desde el foro vecinal de Villa Madero, donde denuncian que en los primeros dos meses del año hubo, según sus registros, 88 hechos delictivos. En enero contaron 36 denuncias y en febrero 52, es decir, un 44% más.
Los vecinos ponen cámaras, alarmas, se defienden entre ellos. La policía llega después y casi siempre tarde. Muchos en Villa Madero hablan de “zonas liberadas” por las fuerzas de seguridad. Apuntan al intendente Espinoza por la falta de inversión y advierten que solo hay 100 patrulleros para un territorio donde hay 1.871.000 habitantes.
En la marcha frente a la comisaría 1ra reclamaban que nadie los cuida. “Pagamos impuestos y nos roban todos los días” decía una mujer que vivió toda su vida en el barrio. “Nos están matando, entran a nuestras casas por los techos, nos asaltan cuando llegamos”, agregó otro vecino. “La comisaría no tiene patrulleros ni policías, de noche no queda nadie”, denunciaban al unísono. Lo que pedían era que los reciba el comisario y la falta de respuestas terminó por desbordarlos.
