El único sobreviviente de la tragedia de Lobos insiste en el pedido de juicio oral y público

Luciano Virgili dialogó con Bendito Conurbano acerca del proceso judicial que se lleva adelante para exigir justicia por el fallecimiento de sus cuatro amigos tras un fatal accidente ocasionado por Francisco Lucesole, imputado por haber chocado de frente a los jóvenes manejando alcoholizado.

El 10 de noviembre de 2018, cinco jóvenes se dirigían desde las ciudades de Trelew y Rawson hacia La Bombonera, en una Peugeot Partner, para presenciar la primera final contra River por la Copa Libertadores. Cuando circulaban por la ruta 205, a la altura de la localidad de Lobos, fueron embestidos de frente por una camioneta. El único sobreviviente fue Luciano Virgili, quien se encontraba dormido al momento del choque.

Sus amigos Franco Silvestri, Malcom Viton, Sebastián Berra y César Ezequiel Jones fallecieron al instante. La investigación confirmó que Francisco Lucesole, quien se cruzó de carril provocando el impacto, tenía 1,8 grados de alcohol en sangre al momento del accidente. Tras una gran lucha, las familias de las víctimas lograron que el responsable sea juzgado por cuádruple homicidio culposo agravado por la multiplicidad de víctimas fatales, superar 1% de alcohol en sangre y lesiones culposas gravísimas agravadas, todo en concurso ideal.

A cuatro años y medio de la tragedia de Lobos, Luciano Virgili prefiere no detenerse en su historia de lucha personal para salir adelante, sino que pone el foco en el pedido de justicia por sus amigos. El joven oriundo de Trelew remarcó la importancia de visibilizar su caso y aseguró que “si la Justicia no siente que los medios están a la expectativa, no labura”. Además se refirió al pedido de probation (suspensión de juicio a prueba) que realizó la defensa del imputado.

“Estábamos esperando que se fijara la fecha del juicio que se había solicitado el año pasado y este año nos enteramos que la defensa hizo el pedido de probation. Lo grave para nosotros no fue que la persona solicitara la probation porque es una herramienta legal, lo grave fue que le dieran lugar porque es algo que puede denegar directamente la fiscal, más cuando la jueza ya había pedido la elevación a juicio”, comentó.

En principio, la audiencia fue pactada para el martes 23 de mayo. Luciano se dirigía desde Trelew hacia Buenos Aires junto a la familia de Franco, su amigo fallecido, sin embargo, a los 400 kilómetros de haber emprendido viaje, recibieron un llamado de su abogado que les comentó que la fiscal pidió la suspensión para notificar a la totalidad de las víctimas indirectas, de forma que puedan asistir a la audiencia.

Con este panorama, tuvieron que volver a Buenos Aires el 30 de mayo para participar de la audiencia: “Nos ofrecieron 5 millones de pesos a dividir entre las 5 familias y 400 horas de tareas comunitarias a realizar por el imputado. La fiscal y la defensa del imputado se pusieron a debatir cuál era el costo de la vida de los chicos que ya no estaban, querían ponerles precio. Estaban debatiendo y nosotros estábamos ahí atrás”, manifestó el joven con una profunda indignación.

“Nosotros no aceptamos ni 100 millones de dólares, no queremos plata, queremos juicio. Si no íbamos a la audiencia se resolvía la probation de forma positiva”, sostuvo Luciano Virgili. Finalmente, el pedido de probation fue rechazado en los tribunales de Saladillo, aunque la defensa del imputado apeló como una estrategia para seguir dilatando el proceso legal a fin de no llegar a juicio oral.

“Fue durísimo exponernos y contar de nuevo lo que pasó, además de verlo al imputado de frente y que ni siquiera se pare a pedirnos perdón”, cerró Luciano, que sigue adelante con su vida mientras alza la voz junto a los familiares de las víctimas para pedir justicia y honrar la memoria de Franco Silvestri, Malcom Viton, Sebastián Berra y César Ezequiel Jones.