Crisis económica y habitacional en la Provincia: Cada vez hay más asentamientos y cada vez son más grandes
Según un informe del Observatorio Socioeconómico de la UCA de La Plata, la crisis social y económica hizo que se multiplicaran los asentamientos en la provincia de Buenos Aires. Se trata de barrios improvisados en tierras fiscales o usurpadas, que no tienen agua, luz, ni cloacas y generan un hábitat no saludable tanto para adultos como para niños.
Los datos son alarmantes. En el Gran La Plata -conglomerado que conforman La Plata con Berisso y Ensenada- viven 938.000 personas, de las cuales 326.000 son pobres y 84.000 viven en la indigencia. Es decir que 3 de cada 10 vecinos de la zona están bajo la línea de la pobreza y 1 es indigente.
Según la UCA, “entre los tres municipios se concentra la mayor cantidad de asentamientos de la Provincia de Buenos Aires: un total de 262 barrios populares donde vive el 25% de la población”. En los últimos 5 años surgieron 72 nuevos asentamientos y sólo en el último año se sumaron unos 30 mil nuevos habitantes a esos barrios improvisados en tierras tomadas. Muchos de ellos están en la mega toma de Los Hornos, donde funcionaba el ex Aeródromo Elizalde. Años atrás la Municipalidad de La Plata denunció esa usurpación, pero intervino el gobierno Nacional y le cedió esas tierras a la provincia de Buenos Aires, que prometió un proyecto de urbanización que desde entonces no ha avanzado. Mientras tanto, la toma se multiplica y las condiciones de vida empeoran.
Pese a que la mayoría no tiene servicios, ni asfalto, ni urbanización, lejos de disminuir, el 90% de los barrios precarios creció en los últimos años. “Si se suma la cantidad de kilómetros cuadrados de los asentamientos, en total equivaldría a 21.6 km cuadrados. Todos ellos juntos representan el 80,11% del casco urbano de La Plata”, sostiene el informe.
El estudio de la UCA destaca que los asentamientos necesitan de forma urgente algún tipo de integración social porque al no tener acceso universal y equitativo a los servicios básicos, no se garantiza el derecho al hábitat y al desarrollo humano. Por ejemplo, el 60% de las casas no tiene asegurado el suministro contínuo de agua potable.
Además el 30% de los barrios vulnerables está cerca de basurales a cielo abierto, lo que provoca problemas ambientales y de salubridad y el 60% no tiene calles interiores pavimentadas, lo que dificulta la entrada de ambulancias y bomberos ante emergencias.
Más allá de estos números, el informe refleja la pérdida de derechos humanos básicos que provoca la crisis económica. Miles de familias sin ingresos, sobreviviendo en condiciones infrahumanas, sin agua ni elementos esenciales de higiene. Y mientras las autoridades miran para otro lado, cada vez son más y cada vez más pobres.
