La salud enferma: máxima tensión en el Garrahan
El Hospital Garrahan es un emblema de la pediatría en todo latinoamérica pero su prestigio se ve amenazado por la crisis que golpea tanto a los médicos como a los insumos y al instrumental que se utiliza a diario para tratar a los chicos.
Una de las primeras decisiones que tomó el nuevo ministro de Salud del Gobierno nacional, Mario Lugones, tras reemplazar a Mario Russo, fue pedirle la renuncia a todos los miembros del Consejo de Administración del Garrahan. Fue porque autorizaron el pago de un bono de 500 mil pesos por única vez a los médicos del hospital sin consulta previa.
Desde los gremios respondieron que no sorprende la decisión de Lugones, a quien describieron como un representante de la salud privada “que tiene una concepción de salud como negocio” y explicaron que muchos profesionales del Garrahan cobran salarios por debajo de la línea de pobreza.
Además, ratificaron las medidas de fuerza del 8 y 9 de octubre, que incluirán una movilización al Ministerio de Economía y redoblaron la apuesta: piden que el bono sea incorporado al sueldo de todos los trabajadores.
La lucha de los médicos y el personal del Garrahan no es nueva. Desde hace meses reclaman una recomposición salarial tanto para los profesionales como para los residentes. Y denuncian que por la falta de presupuesto se están reutilizando materiales que en teoría son descartables y de un solo uso. Esto pone en riesgo la salud de los trabajadores que manipulan material biológico o sangre y ya hay presentada una denuncia penal ante el organismo de investigaciones administrativas pertinente.
Desde el Gobierno sostuvieron que el bono se pagará porque ya fue anunciado, pero decidieron no dar el brazo a torcer en el despido de los 5 integrantes del Consejo de Administración. Además resolvieron nombrar a sus propios representantes en su lugar.
“Si la decisión del Gobierno es destruir el hospital, creemos que toda la comunidad tiene que salir a reclamar”, sostuvieron ante los medios los trabajadores en asamblea. En eso están, y por lo visto, lejos de resolverse, el conflicto se va a agudizar.
