Incidentes en Avellaneda: los vecinos denuncian que Ferraresi les quiere quitar las tierras
Otra vez los vecinos de Avellaneda se vieron avasallados por el intendente Ferraresi y se convocaron a protestar en la municipalidad para defender lo que es suyo. Son los dueños de terrenos que fueron comprados con la habilitación correspondiente hace 7 años para levantar un barrio en la costa de Sarandí y ahora denuncian que el jefe comunal no solo les pone trabas para construir sino que además les quiere expropiar esas tierras.
La cooperativa Sol Naciente, que agrupa a unas 200 familias, impulsó la adquisición de lotes en 2016 después de consultar al municipio sobre la viabilidad de instalar un barrio en esa zona y recibir la aprobación. Pero con el tiempo el proyecto fue reformulado unilateralmente por la intendencia: después de que los nuevos dueños empezaran con la tarea de limpieza y relleno del terreno en 2019, empezaron a poner trabas y a hacer modificaciones al plan original de viviendas que impedía que las obras avanzaran. El año pasado directamente les dijeron que no se podía construir y ahora buscan aprobar un proyecto de expropiación para hacer un supuesto parque ecológico en el lugar.
Este jueves el Concejo Deliberante buscaba avanzar con la iniciativa de expropiación y los vecinos irrumpieron para reclamar que se los escuche. Exigían una reunión con las autoridades porque se sienten ninguneados y estafados. Ante la falta de respuestas, tomaron el hall y el segundo piso del edificio y protagonizaron incidentes con el personal de seguridad.
Esta es la segunda vez que se suspende el debate. El 13 de abril pasado, una masiva protesta impidió que los legisladores sesionaran y el proyecto, que estaba listo para ser votado, volvió a las comisiones. Desde la oposición apoyan la resistencia de los vecinos y exigen una respuesta al pedido de informes que hicieron al municipio y que no fue contestado ni antes ni ahora. Advierten que no está del todo claro para qué se compran esos terrenos y en qué se van a gastar los 318 millones de pesos que involucra el proyecto oficial.
La falta de diálogo y la prepotencia de la intendencia hace que los vecinos sigan inmersos en una incómoda incertidumbre y con temor a que el Estado municipal les termine arrancando su sueño y lo que ellos aseguran que es suyo.