Reforma Laboral: críticas y propuestas de empresarios en el Senado

Reforma Laboral: críticas y propuestas de empresarios en el Senado

En su intervención durante el debate en comisión en el Senado, Armando Farina, vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), expresó su preocupación por la reforma laboral en curso y advirtió que si no se abordan ciertos aspectos clave, esta reforma podría no cumplir con los objetivos de aliviar la carga sobre las pymes y los trabajadores.

Farina se dirigió al plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda del Senado, donde cuestionó el funcionamiento de las paritarias y la manera en que estas negocian las condiciones laborales en el país. Según el dirigente empresarial, las paritarias actuales, especialmente las que involucran a la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), funcionan más como una “mesa de amigos” que como un espacio de negociación real y transparente. “Nos gustaría que el Secretario de Trabajo, Julio Cordero, estuviera aquí para explicar por qué en las últimas paritarias se han acordado aumentos que parecen hechos a medida de ciertos grupos, sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de las pymes y los trabajadores”, expresó Farina.

Una de las críticas principales que hizo CADAM fue la de los llamados “costos ocultos” que las paritarias imponen a las empresas, como los aportes al Instituto Argentino de Capacitación Profesional (INACAP), una entidad que, según denuncian, se beneficia de estos fondos sin un control claro. Este aporte obligatorio equivale al 0,5% del salario de los trabajadores en la categoría Maestranza A, y según los empresarios, estos recursos terminan siendo redistribuidos entre entidades como la CAC y CAME, generando un círculo vicioso en el que, con cada acuerdo paritario, aumentan los costos para las empresas.

Farina destacó que la reforma laboral debía abordar estas problemáticas, pero según su visión, ni siquiera las menciona. 

En cambio, una reciente medida impulsada por el Ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, establece que las convenciones colectivas de trabajo no podrán imponer cargas económicas a las empresas en beneficio de las cámaras o asociaciones de empleadores, salvo que estas sean aceptadas de manera voluntaria por los no afiliados. Esta medida fue cuestionada por el INACAP, que argumenta que no está alcanzado por el decreto, dado que se considera una entidad “independiente”. En el marco de una causa judicial, el instituto declaró que recauda más de $30 mil millones al año, lo que aumenta las tensiones en torno al tema.

Además de los aportes al INACAP, las críticas empresariales incluyen el incremento de otros costos laborales, como el seguro complementario de retiro obligatorio “La Estrella”, que desde junio de 2025 representa un 1,6% del salario del trabajador, y la contribución solidaria por COVID-19 destinada a la obra social OSECAC, que continúa vigente a pesar de que la pandemia ya ha pasado.

Ante este panorama, CADAM reclama una reforma laboral urgente que no solo proteja a los empleados, sino también a las pequeñas y medianas empresas, sobrecargadas con costos que finalmente se trasladan al precio de los productos. 

Por otro lado, en su presentación, CADAM detalló varias propuestas para mejorar el actual proyecto de reforma laboral:

Actualización con tasas bancarias: la cámara propone retomar el sistema histórico de actualización salarial con tasas bancarias promedio, tanto activas como pasivas, lo que garantizaría un mecanismo más predecible y razonable.

Eliminación de cuotas solidarias y aportes similares: en relación con los artículos de la Ley 14.250 que permiten las “cuotas solidarias”, CADAM pide su derogación, argumentando que estas cargas adicionales son impuestas sin la participación de todas las empresas y dificultan el control de los fondos.

Voluntariedad de los aportes patronales: la propuesta incluye que todos los aportes o contribuciones especiales a favor de entidades como cámaras o asociaciones de empleadores sean estrictamente voluntarios y no una obligación impuesta por los convenios colectivos.

No obligación de retención de cuotas sindicales: por último, se plantea que el empleador no sea un agente de retención de los aportes sindicales. Los trabajadores, según esta propuesta, deberían ser los encargados de pagar directamente a sus sindicatos si deciden afiliarse.

Con estas medidas, CADAM busca una reforma que equilibre las necesidades de los trabajadores y las pymes, garantizando un sistema más justo y transparente para todos los actores involucrados en el mundo laboral.

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