Provincia-Ciudad: una mesa de diálogo por seguridad que terminó en chicanas
Ante un conurbano cada vez más caliente e inseguro, y después de semanas de cruces y pases de factura al más alto nivel político, las autoridades de seguridad de la Provincia y de la Ciudad se reunieron para dar inicio a un plan de políticas conjuntas que les den respuestas a los vecinos. Sin embargo, más allá de las promesas de diálogo, no hubo anuncios de medidas concretas y todo terminó en tensión cuando desde la administración bonaerense volvieron a chicanear a los funcionarios porteños.
Del encuentro participaron el ministro de Seguridad de Kicillof, Javier Alonso y el de Jorge Macri, Waldo Wolf, acompañados de sus respectivos equipos. Fue Alonso quien primero definió a la reunión como el inicio de “una importante mesa de diálogo”, palabras que cobran significado a la luz de las críticas que recibió Kicillof de parte de Macri, que lo responsabilizó por los reiterados asesinatos de policías de la Ciudad en hechos de inseguridad en el conurbano.
Por su parte, Waldo Wolf sostuvo que “todo el equipo de seguridad porteño está puesto en trabajar para resolver los problemas cotidianos que sufre la gente, sin importar territorio, color político o afiliación partidaria”.
Sin embargo, pese a las buenas intenciones iniciales y la enunciada disposición al diálogo, la tensión persiste. En la previa al encuentro, Alonso había criticado al gobierno porteño al sostener que Macri cree que existe “un plan sistemático para atacar a policías de la Ciudad”. Y fue más allá: “Cuando ves que el jefe de gobierno de la ciudad más rica de la Argentina destina millones de pesos a perfumar los tachos de basura con fragancia de limón y se le escapan los presos de las comisarías, es un problema”, sentenció.
Los dardos mediáticos llegaron después de que el propio Macri le exigiera a Kicillof que no mire para otro lado y se haga cargo de la seguridad en su territorio. En respuesta a eso, tras la reunión Alonso usó las redes no para comunicar consensos y acuerdos de medidas que solucionen el problema de fondo, sino para seguir atacando al gobierno porteño: “La seguridad no es un espectáculo mediático y no estamos dispuestos a dejarnos arrastrar por maniobras políticas que sólo buscan desviar la atención de los problemas que enfrentan en su gestión”, escribió.
Horas después, el propio Wolf admitió que la reunión “fue mala” pero que habían acordado no ventilar discusiones que no le importan a la gente. Y acusó a la administración bonaerense: “fuimos con propuestas y nos contestaron con politiquería”.
Así las cosas, mientras los robos y los crímenes siguen siendo moneda corriente en las calles bonaerenses, los encargados de cuidar a los vecinos aceptaron reunirse pero sólo para seguir acusándose mutuamente en lugar de buscar una salida a uno de los principales problemas cotidianos de los habitantes tanto de la Ciudad como de la Provincia.