Procesaron a Belliboni por desvíos de fondos y fraude con los planes sociales
El juez Sebastián Casanello procesó al líder del Polo Obrero Eduardo Belliboni por el desvío de fondos destinados a planes sociales. Concretamente lo acusó de administración fraudulenta porque, además, consideró que hay pruebas suficientes de que usó ese dinero entregado por el Estado a través del programa Potenciar Trabajo para fines partidarios.
“Se sospecha que el cumplimiento de las tareas y la ejecución de los proyectos asumidos por los responsables del Polo Obrero en el marco del programa estatal no fue su verdadera meta, sino que el propósito buscado consistió en financiar y robustecer la actividad propia (político-partidaria). En ese marco, el Estado Nacional efectuó desembolsos de dinero a favor de los beneficiarios del Programa Potenciar Trabajo (en concepto de Salario Social Complementario) por contraprestaciones que, en la mayoría de los casos, siquiera se ofrecieron. Así, no sólo se incumplió el objetivo previsto normativamente, generando un perjuicio a las arcas del Estado (pues invirtió dinero en actividades que, en muchos casos, no se realizaron ni ofrecieron), sino que, además aprovechándose de la posición de poder que detentaban, retuvieron de manera indebida un porcentaje del dinero percibido por los titulares del programa”, explica la resolución de Casanello.
El juez le trabó un embargo de 390 millones de pesos a Belliboni y además procesó a otras 17 personas, algunas por defraudación y otras por amenazas coactivas. Además subrayó la extorsión que ejercía el líder piquetero y sus subalternos. En ese sentido resaltó que los referentes del Polo Obrero aprovechaban su posición para imponerles a los beneficiarios de planes “el cumplimiento de una serie de exigencias, bajo la advertencia de perder la ayuda estatal, que no tenían que ver con el objetivo de promover su inclusión social y/o contribuir al mejoramiento de su empleabilidad”.
Casanello consideró que hay pruebas suficientes para el procesamiento y que “el desvío de los fondos no fue inocente ni accidental, sino planificado y dirigido hacia una finalidad en particular: financiar la actividad político-partidaria del Polo Obrero”. Sostuvo además que “ha quedado demostrado que los imputados que tenían a su cargo la administración de tales fondos se apartaron de las obligaciones asumidas y los aplicaron a una finalidad distinta”.
Tras conocer su procesamiento, Belliboni volvió a hablar de persecución política y anticipó que apelará la medida ante la Cámara Federal.