Milei acaba de pasar un punto de no retorno
Por: Lic. Rodolfo Florido
Se acaba de pasar un punto de no retorno. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente es una realidad.
Nadie o muy pocos habrían imaginado que iba a llegar a fines de abril de este año con igual o mejor imagen que la que tenía cuando ganó la segunda vuelta electoral.
Con muchos más legisladores que los que tenía pero muchos menos que los que necesitaba, supo y logró construir una masa de votos que le permite darle formato legal a la esencia de sus necesidades para construir su modelo de país y soñar que si esto le sale bien puede más que duplicar su bloque en las elecciones de medio término. A partir de ahora no hay marcha atrás. Su propia característica de disruptivo lo coloca en este lugar de no retorno. Y él lo sabe. No puede desandar camino. La oposición también lo sabe pero no hay una sola oposición. Hay cuatro. Claro que también está la izquierda trotskista pero son muy pocos legisladores y serios o no, nadie los toma en serio.
- La así llamada oposición dialoguista, el PRO y la UCR de De Loredo, los Gobernadores Radicales y el Pichettismo construido a través de este hombre de Estado distinto y que ha ganado el respeto de casi todas las bancadas.
- Otra oposición es la de Elisa Carrió que se retiro del bloque conducido por Pichetto, enamorada de su rol supuestamente republicano pero que ya confunde a todos porque no quiere estar con nadie del peronismo no kirchnerista, ni con los radicales k como Lousteau y Manes y mucho menos con el kirchnerismo de paladar negro. En resumen, Carrió arrastra a la Coalición Cívica a su propia decadencia, siendo que tiene dirigentes para proyectarse pero se sienten obligados a acompañar a quien sienten como su madre putativa. Esta oposición transitará muy probablemente entre el acompañamiento al gobierno y la abstención. Es MUY DIFICIL imaginar a Carrio votando con el kirchnerismo duro.
- Otra oposición es la del radicalismo y el Pro de Lousteau, Manes y Rodríguez Larreta que; quedaron obnubilados por el fulgor de sus propios egos y tienen el problema de que se les nota. Casi al mismo tiempo su partido los entronizó en la conducción y a los pocos meses los abandonó junto con una sociedad que los rechaza por la percepción de que cuando hablan no lo hacen por las convicciones sino por sus egos dañados y sus caídos sueños de protagonismo central. No son pocos los que sienten y piensan que estos dirigentes van a terminar buscando a Sergio Massa e intentar alguna suerte de construcción política que supere la feria de vanidades tan notoria y que tanto molesta a la sociedad. Claro que este sector terminará siguiendo el camino de Massa que en su desesperación por la batalla perdida quiere recuperar el peronismo más tradicional sin abandonar el kirchnerismo que aún hoy mira –aunque cada vez con menos intensidad- a Cristina ante la inexistencia de liderazgos claros y seductores. Todavía no entienden el mensaje popular del triunfo de Milei y todos ellos hacen honor a lo que decía Honore de Balzac “Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.” O José Ingenieros que expresaba… “El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantarlo; el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás.” Que cada lector ubique a estos dirigentes políticos en alguna de estas históricas definiciones.
- Finalmente queda el kirchnerismo duro y el kirchnerismo soft o blando. A este sector no le importa nada que decida el Gobierno sea esto por la vía de los DNU sea por la vía Legislativa. Se opondrán a todo, incluso a aquello que ellos mismos harían. Como dijo Ruckauf por televisión afirmando que un alto dirigente y legislador K le expresó a él…. “Milei nos quiere hacer cruzar el desierto con una anchoa en la mano. La Ley es buena pero si se aprueba nos saca del poder durante 10 años”
Así las cosas, las cartas están echadas. El inició de nuevas construcciones políticas están al venir según el sol caliente más o menos a quienes no imaginan sus vidas fuera del Poder, de sus negocios e ingresos. Porque, seamos claros; la ambición es necesaria para militar en la política y no necesariamente es un demérito. Pero la ambición atravesada por la corrupción es como una botella de whisky en manos de un alcohólico. La abstinencia los enloquece y de la que se robaron no ponen nada. Solo migajas para pagar cenas y algunas rondas nocturnas. A estos, no les importa nada la sociedad, ni los pobres, solo están obnubilados por una luz que ya no tienen en tanto caminan entre la desesperación del transcurso de los años y las crecientes “juventudes” de sus propios espacios que comienzan a faltarles el respeto porque perciben que su tiempo puede adelantarse aunque no sepan bien hacia dónde ir.
Algunos de estos y los intereses comerciales, empresarios e incluso prebendarios que representan son peligrosos. Lo suficiente para que puedan pensar atajos inconfesables de la mano de la violencia organizada o el sicariato dirigido. Es por eso que hay que redoblar las custodias del Presidente y su vice. Se están dinamitando muchos intereses.
En el medio de esto está el aprendizaje que, de a poco, comienzan a hacer los ciudadanos cuando perciben que la disminución y selectividad de la demanda comienza a gestar nuevos precios a la baja de la oferta. De esta manera los ingresos pueden mejorar no solo por el incremento o recuperación salarial sino también por una deflación que permita un mayor rendimiento de los golpeados ingresos. Esto último desespera más aún a quienes han hecho de la pobreza un culto y de las migajas un recurso. Tiemblan de solo pensar que los pobres dejen de verlos como sus salvadores y comiencen a verlos sin el maquillaje dejando desnudos sus vanidosos proyectos.