Ladrones sin cuartel: se hacían pasar por bomberos para estafar a los vecinos

El chiste dice que “el colmo de un bombero es que le salga un hijo chorro”. En este caso, el colmo fue que los chorros se hicieran pasar por bomberos. La policía de la Ciudad desbarató una banda de “bomberos truchos” que no solo se disfrazaba para pedir plata en los semáforos, sino que tenía bases montadas, credenciales falsificadas y hasta maniquíes de RCP para decorar el engaño.
En total fueron detenidas 29 personas y la investigación duró meses. Los delincuentes organizaban colectas y recaudaban en distintos barrios de la ciudad para comprar autobombas, insumos médicos y equipamiento que, por supuesto, después nunca se adquirían.
La policía realizó distintos operativos en Mataderos, Lugano, Retiro, Pompeya y Parque Avellaneda. En todos los casos se descubrieron bases truchas, contenedores usados como cuarteles, e incluso vehículos intervenidos para parecer autobombas. Además se incautaron 86 cascos, 6 extintores de juguete, chalecos, camisas con logos apócrifos, arneses, mangueras, maniquíes de RCP, credenciales truchas, posnets para cobros digitales y hasta una escalera plegable. Todo eso fue utilizado para dar credibilidad al engaño.
Los detenidos quedaron acusados de “usurpación de títulos y honores”, por utilizar la figura del bombero -símbolo de sacrificio, entrega y servicio- para estafar a los vecinos.
Por ahora, siguiendo con la metáfora, se les cortó el chorro.