La plaza del “vale todo”

La plaza del “vale todo”

Un velódromo de Glew se convirtió en un lugar de reunión (y descontrol) para los adolescentes de la Zona y los vecinos denuncian que todas las noches hay ruidos y estruendos molestos. Todavía no tuvieron respuestas.

En Glew, Partido de Almirante Brown, se encuentra el circuito de ciclismo “Ex combatientes de Malvinas”, un sitio muy amplio, que se compone de una pista para bicicletas, juegos para niños, bancos con mesas para tomar mate y hasta de aparatos para hacer gimnasia. O sea, un plácido lugar para que todos los vecinos aprovechen y disfruten. Sin embargo, ese magnífico predio se transformó en una pesadilla para todas las personas que habitan cerca de ahí. Resulta que con el comienzo de la pandemia y el confinamiento a causa del Covid 19 y, por consiguiente, el cerrado de bares y boliches, los jóvenes del barrio empezaron a utilizar el velódromo como “bunker” para tomar algo o escuchar música. Así fue que con el correr del tiempo fue creciendo esa modalidad y cada vez más chicos y chicas se acercaban al lugar para disfrutar de las noches. Y actualmente -aunque hay una pandemia “más liviana” y ya abrieron los sitios nocturnos- muchísimos adolescentes siguen concurriendo ahí (o van después después de ir a bailar) y colocan la música de los autos a todo volumen y no paran de producir ruidos y gritos que logran que son los vecinos no duerman bien ni una sólo noche.

Bendito Conurbano se acercó al circuito de Glew para charlar con los vecinos y escuchar sus desesperados reclamos. “No podemos más, no descansamos un sólo día. Vienen los autos a partir de las 21 horas, levantan los baúles y ponen la música al palo. Y esto pasa de lunes a lunes y nadie hace nada”, reclama una enfurecida Andrea, vecina del lugar.

Mientras que Daniel -quien vive justo frente a la plaza- es chofer de colectivo y se levanta a las 3 de la madrugada para ir a trabajar y, por culpa del descontrol, varias veces tienen que concurrir al trabajo con pocas horas de descanso.

Otra indignación de los vecinos es el estado que queda la predio después de las juntadas nocturnas

Otro testimonio es el de Rubén, quien ya no se sabe a dónde recurrir para reclamar por “el sufrimiento” que tienen que afrontar todas las noches.

3.30 horas: Un vecino graba la música y hasta el ruido de las motos.

Nadie hace nada

Según los vecinos, la policía local les aseguró que “no pueden hacer nada”, mientras que del Municipio local tampoco obtienen respuestas. “Hablamos con varios empleados del municipio y hasta con el comisario, pero se pasan la pelota y nadie nos entiende. Esto es insoportable”, aseguró Daniel. Y enseguida añadió: “Todos coinciden que no pueden hacer nada, ya sea por falta de personal u otra excusa. Parecería como que la policía tiene las manos atadas; una vergüenza”.

Por Matías Alba – Redacción Bendito Conurbano

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