Inseguridad, caída de clientes y alquileres abusivos: Los puesteros del Central dicen que se están fundiendo
En medio de la profunda crisis, el Mercado Central siempre aparece como una opción económica para poder comprar productos que en los barrios suelen estar más caros. Sin embargo, en los últimos tiempos, muchas personas dejaron de frecuentar los puestos. Los comerciantes están cada vez más preocupados por la inseguridad que se vive en la zona, por las caídas de las ventas y por los costos que tienen que afrontar para seguir teniendo un lugar en la nave para vender.
“Es la peor gestión de la historia del Ente Nacional Abastecedor”, dicen en un comunicado en el que amenazaron con medidas de fuerza para exigir respuestas.
Lo primero que advierten es que la cantidad de robos en la zona, muchos de ellos con armas, ahuyenta a los clientes y pone en riesgo la vida de los propios comerciantes.
“En el Mercado Central estamos sufriendo muchos hechos de inseguridad” dice Fabián Zeta, presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas, COMAFRU. “Hace unas semanas a un puestero lo asaltaron cuando cerraba y lo hirieron de bala en las piernas. En otro caso, se metieron en una nave cuando ya el Mercado estaba cerrado, agarraron a la gente que estaba haciendo los balances en un puesto y estuvieron 40 o 50 minutos torturándolos. Hasta los llegaron a picanear”, relata y advierte que en esa ocasión se trató de “un grupo comando de ladrones”. En el Mercado hay un área destinada al monitoreo, pero llamativamente nadie hizo nada. “Hay mucha bronca”, agrega Zeta.
También hubo episodios recientes con disparos contra los clientes y los transportistas. “Esta misma semana balearon el auto de un comprador, pero no pudieron hacer que frene y hace poco al chofer de un camión se le pararon dos personas adelante y cuando el hombre aceleró para escapar, le dispararon, perforaron el parabrisas y la bala le rozó el cuello”, cuenta indignado.
Todos estos hechos escalofriantes no solo espantan a los clientes y le juegan en contra a los vendedores sino que además se suman a la cuestión netamente económica de tener que mantener un puesto en este contexto inflacionario. “Los alquileres aumentaron entre un 180 y un 360%”, remarcan.
Además, los comerciantes denuncian que el Mercado les cobra un refuerzo de garantía por el alquiler de sus locales que aumenta su precio a la par que aumentan los cánones de locación. Ese refuerzo, que según ellos no debería existir, se incrementó entre un 160 y un 360% en el último año
“Nos estamos fundiendo, nos falta el público, los compradores dejan de venir”, dice Zeta que denuncia los precios abusivos de los alquileres y también una supuesta malversación de fondos por parte de las autoridades del Mercado en cuestiones de seguridad. “Gastan 30.000.000 de pesos en seguridad y los robos son cada vez más”, se queja.
La situación es cada vez más tensa. La amenaza de un cese de actividades es un llamado de atención. “Nosotros siempre fuimos solidarios con el Gobierno y congelamos los precios cuando nos lo pidieron. Ahora pedimos que nos escuchen”, termina Zeta.
