Espert promete una campaña distinta en Buenos Aires: “Fuimos soberbios”

José Luis Espert, el candidato elegido por Javier Milei para dar batalla en la adversa provincia de Buenos Aires, arrancó la campaña para octubre con fuertes definiciones contra el peronismo y haciendo hincapié en la inseguridad que se vive en territorio bonaerense. Sin embargo, también reconoció que se equivocaron en la última elección.  

“El kirchnerismo quiere que Argentina sea la villa miseria más grande del mundo para que todos vivamos de un plan social. Nosotros queremos que sea el país más rico del mundo”, sostuvo para diferenciarse de Fuerza Patria.  

Luego, se metió de lleno en el drama cotidiano de la inseguridad que viven los bonaerenses y explicó que la política tiene que apoyar a las fuerzas de seguridad y que el sistema judicial no tiene que tener contemplaciones con los delincuentes. “A la policía hay que darle móviles, formación y la certeza de que si usan su arma en defensa de un inocente, no van a terminar empalados. La política debe estar a favor del que pone orden, no en contra”, afirmó.  

En cuanto a los detenidos, pidió no tener contemplación.”El delincuente no puede tener puerta giratoria: le corresponde la aplicación de la ley, que es cárcel, y después Taser, bala de goma, bala de pimienta o bala en serio, pero no la puerta giratoria”

Pero no fueron todos palos para los adversarios, también ensayó una suerte de autocrítica. “Fuimos soberbios, creyendo que con evitar la hiperinflación, el default de los depósitos y de la deuda alcanzaba. No fue así. Tendríamos que haber hecho más énfasis en lo que se logró evitar y haber sido mucho más empáticos con la gente que la está pasando mal”, dijo. 

Por último, repitió la fórmula que pareciera ser la nueva idea fuerte del Gobierno para ganar en octubre.  “Estamos en el medio del cruce del río, no aflojemos ahora. El sacrificio que se está haciendo vale la pena para llegar a una Argentina próspera”.

Temas sensibles y promesas de cambio. Habrá que esperar para saber si esta vez el mileísmo convence a los bonaerenses.