El Gobierno subió el salario mínimo, pero ni siquiera 3 salarios juntos alcanzan para pasar la línea de pobreza

Una vez más, tras la falta de acuerdo entre sindicalistas, empresarios y funcionarios de la Secretaría de Trabajo, el Gobierno nacional fijó por decreto un aumento del salario mínimo y estableció subas progresivas desde mayo hasta agosto.
El incremento concreto es de 8,5% y se distribuirá en 5 tramos mensuales. Ya en mayo, el sueldo básico pasará de $296.832 a $308.200. Luego, en junio, subirá a $313.400 y en julio a $317.800. En agosto se completará el aumento cuando llegue a $322.000. Para ese entonces se espera una nueva cumbre entre los distintos sectores para intentar consensuar una nueva actualización, pero en las últimas tres oportunidades esas negociaciones fracasaron y fue el Ejecutivo el que terminó decidiendo de forma unilateral los montos. Esto no parecería muy conveniente para los trabajadores porque, según un estudio de la UBA, el salario mínimo acumuló una caída real del 31% durante la gestión de Javier Milei y su poder de compra se ubicó por debajo de los niveles que tenía en 2001.
Recordemos que el último registro de la Canasta Básica Total, que representa el monto necesario para cubrir las necesidades básicas de alimentos, bienes y servicios de una familia tipo sin incluir alquiler, fue el de marzo y llegó a 1.100.267 pesos. Esto significa que los hogares que tengan ingresos por debajo de esa cifra son directamente pobres.
Con los montos que acaba de fijar el Gobierno ni siquiera 3 salarios mínimos con los aumentos que acumularán hasta agosto alcanzan para superar esa línea que marca el umbral de la pobreza. Un reflejo de lo mal que están los trabajadores, pese a que el Gobierno festeja una supuesta recuperación.