El abrazo forzado

La imagen del abrazo entre Javier Milei y Diego Santilli en el Movistar Arena ahoras de la renuncia de José Luis Espert a su candidatura a diputado habla a las claras de un nuevo e impostado golpe de timón dentro de la accidentada campaña electoral que el presidente se puso al hombro para tratar de salir airoso de las elecciones de octubre y así mantener vivo su sueño refundacional para la Argentina.
“El fin justifica los medios” podría ser la premisa para explicar la apertura forzada del gobierno, que ahora busca tender puentes con los gobernadores que niguneaba, intenta que vuelvan al redil los moderados denostados por el presidente y por el ahora ex candidato José Luis Espert y ensaya contrarreloj distintas formas de despertar la épica de campaña en la adversa provincia de Buenos Aires con un candidato amarillo y no violeta.
Este lunes, en el acto del lanzamiento de su nuevo libro, Milei se mostró en modo rockstar, cantó y arengó como si las réplicas del terremoto de la obligada renuncia de Espert no se sintieran, y buscó volver a polarizar con Cristina Kirchner en un nuevo intento de plantear que en Argentina todo es blanco o es negro y que no hay lugar para medias tintas.
Sin embargo, la cara de su bandera en la provincia será ahora Diego Santilli, un hombre del riñón de Mauricio Macri al que no hace mucho tildaba de corrupto en redes sociales. “Diego Santilli, el candidato de los Tik Tok y el boludeo en una provincia gobernada por la inseguridad y los narcos. El tipo que dice abiertamente que vive de ‘su negocios’ y recibe sonrisas, no preguntas. No hay nadie que no diga que es un corrupto. Es el que se pagaba la fiesta de cumpleaños con la tuya. Este es el que los medios nos quieren vender como la alternativa para la provincia de Buenos Aires”, escribía Milei en X durante la campaña de 2023.
El ex PRO devenido primer candidato violeta parece haber olvidado esas acusaciones y en las últimas horas hizo un raid de apariciones mediáticas donde prometió “dejar el alma” para que los bonaerenses lo voten. Además dijo que las próximas elecciones “serán determinantes para no volver al pasado”. Pero es el pasado, no muy lejano, el que pone en duda la honestidad del abrazo entre Milei y Santilli en el acto de Villa Crespo. Las urnas hablarán en tres semanas.
