Candidatos de mentira: Mi plan sería no asumir”, dijo Magario
En medio de la interna del peronismo, que no da descanso ni a los seguidores de La Cámpora ni a los alineados con Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario admitió que su candidatura a legisladora provincial es testimonial y que no asumirá la banca.
Las declaraciones se dieron horas antes de que el propio Javier Milei pisara la tercera sección electoral por la que Magario es candidata de Fuerza Patria. Allí, la vicegobernadora competirá con el ex comisario Maximiliano Bondarenko, el hombre elegido por el presidente para disputarle al peronismo el distrito más populoso del conurbano.
“Claramente mi intención no es asumir sino seguir al lado de Axel Kicillof. Somos parte del equipo de Axel y llevamos seis años trabajando, y vamos a seguir trabajando”, dijo sin rodeos Magario, que después explicó que su candidatura “es la representación clara de un grupo de hombres y mujeres que gobiernan distinto al Presidente” .
“Hay que pararlo a Javier Milei y al peligro que éste significa para el pueblo argentino, para la producción y para el trabajo. Esto no puede seguir así, hay que cambiar el rumbo y hay que hacérselo notar en las urnas. Hay que ir a poner un voto en contra de Milei”, sostuvo sin vueltas aún blanqueando que ese voto no va a ser para que ella asuma.
Magario también disparó munición hacia adentro y contestó las críticas de Máximo Kirchner, que la semana pasada había cuestionado que Quilmes -distrito gobernado por la camporista Mayra Mendoza- no recibía los mismos fondos de la gobernación que otros municipios más afines a Kicillof. “Yo no juzgo los dichos de los demás. Creo que todos tendríamos que estar mirando a quien destruye el país y no entrar en discusiones de inversiones o no inversiones. Milei es el que destroza a los discapacitados y las universidades. Pongamos el foco donde hay que ponerlo, que es votar en contra de Milei”, dijo.
Mientras el presidente agita el slogan de “Kirchnerismo nunca más”, en el peronismo se siguen peleando y admiten, sin ruborizarse, viejas prácticas que incluyen mentiras al electorado. Todo bajo el concepto de que el fin justifica los medios. Habrá que ver si la gente está de acuerdo.

