Bernal: El desesperado ruego de una madre ante el terror de un asalto

Acostumbrados al miedo, todas las precauciones de los vecinos del conurbano parecen pocas. Alarmas, rejas, dar la vuelta a la manzana antes de entrar con el auto, son algunos de los recaudos que se toman para evitar los robos que, inevitablemente, llegan tarde o temprano.

Esto le pasó a Karina, que fue sorprendida por 4 delincuentes cuando bajaba de su auto con su hijo de 7 años en la puerta de su casa en Bernal. Los ladrones estaban armados y el nene, preso de la desesperación, empezó a llorar. En las imágenes de la cámara de seguridad se puede apreciar que la mujer les ruega a los ladrones que no les hagan nada mientras intenta tranquilizar a su pequeño.

“Estacioné como siempre. Yo subo el auto a la vereda porque pienso que eso hace más difícil que me roben porque tienen que bajarlo, pero se ve que no”, dice Karina horas después. “Pensé que eran 3, no había visto al cuarto que lo estaba apuntando a Franco”, relata al revivir el terror. Y cuenta con resignación que la inseguridad es un mal con el que conviven a diario: “Les han robado a amigos, en el barrio siempre roban”.

Karina explica que, lamentablemente, sus hijos también se acostumbraron a vivir con el miedo. “Los chicos saben que todo lo que te piden los delincuentes se lo tenés que dar, no te tenés que resistir, no tenés que gritar. Darles todo para que se vayan rápido”, dice.

Eso fue lo que pasó esta vez. Ella les dio todo y solo atinó a abrazar a Franco, que lloraba y temblaba. Un robo más que engrosará las estadísticas de la provincia, pero que a ellos, como familia, les deja la marca indeleble de la indefensión total.