Ante la encrucijada bonaerense, la UCR apela a su propia identidad

En medio de la reconfiguración de escenarios que supuso la detención de Cristina Kirchner, la UCR bonaerense se prepara para definir esta semana su estrategia electoral para las legislativas de septiembre. Desde el radicalismo anticipan que buscarán una propuesta orientada al centro y lejos de los extremos que suponen los libertarios y el kirchnerismo.
Esta postura desentendida de la polarización extrema que propone el peronismo cristinista y el gobierno de Milei es impulsada sobre todo por los sectores del interior bonaerense. Y en el conurbano insisten en que el desdoblamiento que impuso Axel Kicillof podría servir para discutir los verdaderos problemas bonaerenses sin caer en la nacionalización de la campaña. Por eso ponen de relieve el tema de la seguridad, la educación y la salud y el estado de las rutas y los espacios públicos como ejes del debate.
El plazo para inscribir las alianzas vence el 9 de julio. Y mientras el PRO y los libertarios avanzan con el sellado de su propio acuerdo, en la UCR cada vez toma más forma la idea de competir solos y sumar en el camino a los intendentes del PRO descontentos con la alianza con el gobierno.
El riesgo de ir solos y con una propuesta de centro es alto, pero desde la UCR apuestan a la fidelización de un electorado que reconoce en el partido su propia identidad. Por eso sugieren que los intendentes radicales serán claves para darle un volumen de territorialidad a la campaña.