El PJ bonaerense se dirige al abismo ¿mientras que los libertarios le tienden un puente?
Por Lic. Rodolfo Florido
Arreglame este quilombo con Ferraresi le dijo Cristina a Kicillof y Kicillof dijo a Cristina… si Ferraresi es tuyo. Nadie se quiere hacer cargo del borracho como diría el inefable y nuevo rico Sergio Berni.
Mientras tanto, “el Bandido” como le dicen ahora a Insaurralde, volvió a la interna bonaerense de la mano de Máximo Kirchner luego de su lujoso viaje por el mediterráneo en compañía de la costosísima Escort Sofía Clerici pagada con ¿la corrupción de los casinos? Todo es posible aún lo que parece absurdo.
Mientras hay un peronismo que espera una profunda reestructuración con cambios generacionales y de conductores más profundos y sin prontuario, el viejo kirchnerismo y el camporismo desesperan por recuperar lo que ya han perdido y de la mano de Cristina volver a centralizar su rol de liderazgo. Una batalla perdida. Las 8 páginas de su última carta no cosecharon más que rechazos, le agradó al gobierno y le permitió obviar sus últimos desaciertos políticos.
La realidad es que todo está desordenado. La percepción de que Cristina ya no lidera como antes no solo la desespera a ella sino que también desesperan eventuales aspirantes a sucederla que no dan la talla. En el medio de todo eso, se multiplican las operaciones políticas. A tal punto que una encuestadora que en realidad es una Consultora todo terreno dice que si Cristina es la candidata a Diputada en la Provincia de Buenos Aires, gana.
Esa misma consultora dice en su propia web en el área de Servicios lo siguiente; “Podemos ayudar a ganar una elección, organizar una campaña, escribir un discurso, analizar un segmento del mercado, recaudar fondos para una causa específica o contactar a cada hogar con un mensaje personalizado. Trabajamos junto a los equipos de nuestros clientes para diseñar y ejecutar una estrategia de comunicación adecuada.” ¿Cómo saber entonces si este tipo de ofrecimientos todo terreno no fue financiado por la propia Cristina para disciplinar su desordenada tropa, sobre todo si en la encuesta no la midieron contra nadie?
La confusión interna es de tal magnitud que un intendente K acusa a Ferraresi de “invadir” dos municipios de La Cámpora y Cristina le exige a Kicillof que ponga orden. Hacia adentro del peronismo bonaerense nadie entiende en la militancia. ¿Cómo puede ser que un referente K y cristinista como Ferraresi sea llamado al orden por tener juego propio contra otros referente K y cristinistas? ¿O es que el enviado de Cristina para controlar mas de cerca a Kicillof ahora es espada de Kicillof y no de Cristina?
Todo se desdibuja. Y más se desdibuja cuando “La Cámpora” o sea el autito de juguete que Néstor y Cristina le compraron a Máximo y a la que le dieron muuuucha plata y políticas cajas, no ceja enintentar controlar por sobre Kicillof las internas bonaerenses, mientras este último intenta un imposible, tal cual es, crear su propio liderazgo de cara al 2025/2027, sin desafiar a Cristina (su Geppetto) pero desafiando por intermedio de los otrora ultra verticalistas de Cristina, Ferraresi y Larroque el armado de Cristina en la Provincia.
Lo más curioso de todo esto es que mientras Cristina desde su documento de 8 páginas de hace menos de una semana se muestra como Pro capitalista en un giro de 180 grados, el Kicillofismo (llamémoslo de alguna manera) otrora cristinista se acerca de la mano de Larroque y de Ferraresi al Chavismo Madurismo y revivido Mario Firmenich que de la mano de la otrora Quebracho de Fernando Esteche y otras organizaciones extremistas como la Túpac Amaruligadas a Irán a Cuba y a la Venezuela chavistacomienzan a conformar un frente mucho más radicalizado que incluso promete hacerse presente en la marcha de mañana miércoles en el Congreso sumando mucha tensión en las calles.
Mientras tanto Kicillof calla y deja que Larroque profundice su relación con estos grupos radicalizados de la mano de su amigo personal el hijo de Mario Eduardo Firmenich.
Disculpen lectores la complejidad de todo esto pero esto es lo que sucede cuando un cuerpo político se resiste a comprender que debe dar paso a nuevas generaciones políticas que no se definen por la edad sino por sus expectativas y desafíos frente a un mundo que cambia radicalmente.
Esta alianza que se está conformando en derredor a Kicillof dice que no quiere desafiar la unidad pero se expresa en contra de la “nueva” ideología de Cristina más cerca de Disney que de Caracas. El periodista Javier Fuego Simondet dice: “En materia electoral, Encuentro Patriótico no tiene todavía una postura tomada para las elecciones del año que viene, aunque sectores kirchneristas confiaron a LA NACION que se enrolará dentro del “movimiento nacional”, que intentará colaborar para su “unidad”, y que lo hará “deplorando vertientes liberales”.
“Sus integrantes son conocidos por referentes que hoy también se muestran críticos del ultra kirchnerismo, como el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque. Amigo del hijo de Firmenich, el conocimiento del excamporista con sectores de Encuentro Patriótico, no obstante, no proviene de esa relación personal, pudo saber LA NACION de fuentes confiables.”
La articulación política de Encuentro Patriótico se prevé vinculada a exponentes kirchneristas como el exvicepresidente Amado Boudou, uno de los dirigentes que ha mostrado cercanía con caras visibles del grupo, como Esteche.
La agrupación que arropó la clase de Firmenich en la que el ex jefe montonero se preguntó si existen “factores permanentes” que permitan pensar en movimientos como el que él protagonizó en los años 70, estará el miércoles en la movilización para oponerse al veto al aumento de las jubilaciones”.
Tiempos difíciles estos cuando el peronismo rechaza su pasado kirchnerista, no quiere un presente cristinista y no encuentra un futuro renovado porque hurga más en su pasado que en un nuevo destino.
En frente tampoco todo parece un cómodo futón. La grandeza de Estadistas todavía no parece hacerse presente como para aprovechar este desorden opositor kirchnerista al que más temprano que tarde confluirán muy probablemente Lousteau, Massa y Larreta.
Si el oficialismo y la llamada “oposición responsable” no es capaz de encontrar un camino en común en la Provincia de Buenos Aires para el 2025, serán entonces los responsable de haber permitido el regreso victorioso de Cristina ya que si Cristina observa que su camino se despeja en una diáspora oficialista irá por la cabeza de la formula y con ella su retorno y el disciplinamiento de una tropa que hoy se le muestra esquiva.