Kicillof congela el inmobiliario rural, pero el campo dice que no se soluciona el problema de raíz
Así como hizo con la actualización de las patentes, Axel Kicillof resolvió pasar por alto el ajuste por inflación del impuesto inmobiliario rural. La medida fue tomada después de que la semana pasada recibiera a distintas entidades del campo, que le reclamaron por los aumentos de hasta el 500% en el gravamen.
Concretamente, el gobernador resolvió no aplicar el incremento del 20% a la segunda cuota del impuesto, de acuerdo a lo que dispuso la legislatura, que habilitó al ejecutivo provincial a ajustar por inflación las distintas cargas tributarias que percibe Arba. Esto significa que los productores tendrán que pagar el mismo monto que en la cuota uno.
“La provincia decidió no actualizar la segunda cuota del impuesto inmobiliario rural, manteniendo el mismo valor que la precedente. De esta manera, no se aplica en esta segunda cuota la actualización que habilita la ley impositiva, con el objetivo de acompañar el esfuerzo de las y los productores, en particular, de los medianos y pequeños”, sostuvo en un comunicado la provincia.
Esto no dejó del todo conformes a los ruralistas porque el impuesto no sube pero tampoco baja, como le pidieron en la reunión a Kicillof. Si bien la legislatura autorizó subas de hasta el 200%, muchos productores recibieron incrementos de hasta el 500% porque además Arba redujo los descuentos por pago electrónico y buen contribuyente. En ese sentido, celebraron la medida pero advirtieron que no soluciona la base del problema.
Además Kicillof anunció créditos para la producción de trigo de hasta 100.000 millones de pesos a través del Banco Provincia, pero con ninguno de los dos anuncios logró apaciguar los ánimos de los ruralistas, que sostienen que el esquema tributario asfixia tanto a los grandes productores como a los pequeños que tienen más de una parcela.
La relación sigue tensa y la pulseada tiene un final abierto.