Javier Milei y los teleteatros turcos

Javier Milei y los teleteatros turcos

Por Lic. Rodolfo Florido

¿A que me refiero?

Muy simple, la razón del furioso éxito de los teleteatros turcos en la sociedad argentina es que sus historias simples, sin exhibiciones sexuales, besos cortos y pudorosos y la inexistencia de opcionalidades sexuales, se encuentra más cerca de la sociedad argentina promedio y de su vida cotidiana, que las pretensiones progresistas de nuestras novelas en donde para parecer modernos debe haber, imperiosamente, la mayor posible exhibición sexual, la inclusión LGTBY + y la denostación abierta y obvia de algún personaje oscuro que no solo no acepte esta inclusión sino que sea brutal y vengativo en su rechazo.

La realidad medida en el rating muestra brutalmente que la sociedad argentina promedio prefiere entretenerse con esa visión de lo cotidiano antes que con situaciones en las cuales se les dificulta incluso compartir con sus hijos menores u adolescentes.

Javier Milei se parece a esta situación y así lo visualiza el 56% de los argentinos, aunque, en realidad no sabemos quién es. Aunque muchos, especialmente ahora que es el Presidente elegido, lo idealizan transformando cualquier decisión en un acierto brillante.

Sin hacer nombres o personalizaciones, en las últimas 48 horas y un poco antes también hemos visto designar funcionarios mientras algunos periodistas decían que esas designaciones mostraban la genialidad del nuevo liderazgo.

Luego, horas o días después, ese o esa funcionario era removido antes de asumir y se nombraba otro, mientras que el coro de amanuenses armonizaba nuevas músicas explicando que es más genial el nuevo funcionario/a que el genialmente designado antes.

Claro que como no conocemos al nuevo poderoso, tampoco sabemos cuál es la reacción mental ante el propio espejo interior que siempre se moviliza cuando la imagen que te devuelve es más alta, más linda y más seductora que la que existía antes de la percepción del nuevo poder.

Palabra más palabra menos Maradona decía “Hasta ahora he vivido 40 años, pero que valen por 70. Me sucedió de todo. De un golpe salí de Fiorito y fui a parar a la cima del universo y allí me las tuve que arreglar yo solo”: https://www.primicias.ec/noticias/jugada/mejores-frases-diego-maradona

A Milei, se dé o no cuenta (y ojalá se dé profundamente cuenta), hoy le pasa lo mismo. De ser un disruptivo que generaba la duplicación de los ratings de TV, pasó a ser Diputado Nacional con una bancada de 2, él y Victoria Villarruel, a ser Presidente de la Nación, con todo lo que esto implica.

El cambio no es importante es impresionante para cualquier hombre que logró ser la diagonal que amalgama el sentimiento de cansancio social con su propio hartazgo para con una clase política (partidaria, empresaria, sindical, etc.) que ahora lo rodeará esperando o deseando que el pragmatismo le gane a los sueños, ronroneando en sus oídos las palabras más lisonjeras que endulzan el ego de la gran mayoría de los mortales.

Porque digo esto; porque no podes transformar lo que no comprendés. Y el Estado es una maquinaria feroz y brutal que se ha comido a muchos idealistas o pseudo pragmáticos. Baudelaire a mediados del Siglo XIX dijo… “El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía”

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