Santili salió a cruzar fuerte a Kicillof
Las chicanas y la tensión entre la provincia de Buenos Aires y la Nación no ceden. Ahora el punto de conflicto pasa por la ronda de encuentros que está haciendo el flamante ministro del interior, Diego Santilli, para escuchar a los gobernadores y negociar acuerdos y apoyos al presupuesto y las reformas que planea el Gobierno.
La administración Kicillof no fue convocada a ninguna de esas reuniones y en medio de un creciente malestar el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, solicitó formalmente una reunión con Santilli, para exigir la restitución de fondos que -según denuncian desde el gobierno provincial-, fueron recortados por el Gobierno. La solicitud también incluyó un reclamo para reactivar las más de 1.000 obras que se encuentran paralizadas en territorio bonaerense.
La respuesta de Santilli no se hizo esperar. En un mensaje cargado de reproches hacia Axel Kicillof, el ministro le recordó que Buenos Aires nunca adhirió a varios acuerdos y leyes clave para la administración pública. “La provincia de Buenos Aires no firmó el Pacto de Mayo, ni adhirió al RIGI, ni a leyes como la antimafias, mientras muchos otros gobernadores sí lo hicieron. ¿De qué hablamos entonces cuando se reclaman fondos?”, planteó el ministro para después preguntarle con ironía al gobernador: “¿Ahora te autopercibís excluido?”.
Incluso la chicana de Santilli fue más allá y se metió en la interna peronista al sugerir que Kicillof escribe una cosa en redes y hace otra en público porque tiene que “pedirle permiso a Cristina Kirchner” para poder tomar decisiones.
Recordemos que el gobernador se mantiene firme en la postura de rechazar las reformas que considera perjudiciales para los trabajadores. “Milei sabe que no vamos a acompañar ninguna ley que vaya en contra de los derechos de nuestro pueblo” dijo al criticar a otros mandatarios que sí aceptaron negociar con la Rosada.
En el medio de esta pelea hay millones de bonaerenses que siguen rehenes de dos posturas antagónicas y de dirigentes que no se hablan y que, cuando lo hacen, sólo se chicanean.


