Penas más duras, nuevos delitos y baja de la edad de imputabilidad: la reforma penal del Gobierno

“Esta iniciativa le pone fin a años de garantismo que se encargaron de atarle jurídicamente las manos a las fuerzas de seguridad, a los jueces y a los fiscales”. Con esa frase, Javier Milei presentó el proyecto de reforma del Código Penal, que prevé penas más altas, la baja de la edad de imputabilidad y una nueva tipificación de delitos.
En el anuncio, el presidente se mostró con la MInistra de Seguridad, Patricia Bullrich, que en más de una oportuunidad insistió en que había que bajar la edad en la que los menores pueden ser juzgados por distintos delitos. El nuevo código, que si es aprobado reemplazará al vigente desde 1921, busca dar más protección a las víctimas elevando los castigos y dandole más poder en su accionar a las fuerzas de seguridad.
Algunas de las claves salientes de la reforma que impulsa el gobierno son las siguientes:
– Baja a 13 años la edad de imputabilidad
– Eleva a 30 años la pena máxima para homicidio simple
– Se elimina el beneficio de libertad condicional para condenas a prisión perpetua o por crímenes considerados graves
– Eleva penas por acoso sexual laboral, grooming y difusión de abuso infantil en redes
– Tipifica como delito la pornovenganza
– Tipifica como delito el hostigamiento
– Tipifica como delito de estafa los fraudes con Inteligencia Artificial y los esquemas piramidales
-Incorpora figuras criminales específicas como las viudas negras, los motochorros
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– Propone que los homicidios, el abuso sexual, la trata de personas y los delitos vinculados al narcotráfico sean imprescriptibles.
– Crea el delito de desobediencia por incumplir medidas cautelares de restricción perimetral
– Se incorpora el secuestro virtual como modalidad de extorsión
– Eleva las penas por falsas denuncias de violencia de género o abuso
– Se sanciona como un delito el dictado de medidas desde la administración pública que comprometan el equilibrio fiscal
El proyecto deberá pasar por Diputados y el Senado para ser aprobado. Lo que todavía es una incógnita es si el Gobierno, que presentó los lineamientos generales de la iniciativa en plena campaña, esperará a la nueva composición del congreso para mandar el texto o si lo hará antes.