A los tiros en el almacén
Las encuestas previas a las elecciones muestran que la inseguridad es una de las grandes preocupaciones de los vecinos del conurbano. Pero pese a los reclamos y a la interminable sucesión de asaltos y crímenes que se dan en tierras bonaerenses , también existe la sensación de que la solución política a este flagelo no va a aparecer, al menos en el corto plazo.
Los habitantes del conurbano se saben sólos e indefensos, abandonados a su suerte por un Estado ausente, con comisarías sin patrulleros, policías sin presupuesto y desidia en todos los escalafones de la administración pública. Por eso no es raro ver lo que pasó en San Francisco Solano: un comerciante defendiéndose a balazos en su propio local.
Todo ocurrió en la calle 850, entre 894 y 895. Tres delincuentes bajaron de un auto blanco y entraron a un almacén armados y a los gritos. Incluso en las cámaras de seguridad se ve cómo uno de ellos trepa al mostrador para intimidar al dueño del comercio. Pero lo que no se esperaban era que el almacenero estuviera armado.
El hombre no dudó y disparó. Dos de los ladrones escaparon al instante pero el tercero dudó y se quedó. Finalmente, al ver que no iba a poder llevarse nada, se sumó a la huída. Segundos más tarde el comerciante empezó a gritar que llamaran a la policía pero los asaltantes ya habían desaparecido.
Así se vive en la provincia. Delincuentes que se mueven con total impunidad, comerciantes acorralados y balas en defensa propia que pueden terminar en cualquier momento en un desastre.
