Empresarios mayoristas celebraron los éxitos del plan económico pero pidieron aplicar la motosierra a los aportes obligatorios de capacitación
Desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), celebraron el éxito del plan macroeconómico y el anuncio de apertura de importaciones, pero advirtieron que también se debería aplicar “motosierra profunda” a los costos ocultos y los “curros” encubiertos en las paritarias, como el aporte obligatorio por capacitación, que encarece los costos laborales y que los empresarios deben pagar aunque los empleados no se capaciten nunca.
En un profundo análisis sobre los alcances del plan de gobierno y las medidas anunciadas por Javier Milei, los mayoristas señalaron los puntos que impactan directamente sobre un sector clave, que concentra más del 60% de las ventas de productos de consumo masivo de primera necesidad y abastece a 140 mil almacenes, perfumerías, tiendas de limpieza y 20 mil autoservicios.
Entre los ejes del discurso, los empresarios destacaron éxitos, pero también pidieron terminar con aportes obligatorios como el del INACAP, que encarecen el costo argentino.
Sobre el plan macroeconómico sostuvieron que “el control de la inflación, el tipo de cambio y el equilibrio fiscal, sin ninguna duda superaron las expectativas, marcando un nuevo rumbo en la confianza hacia el plan de gobierno, lo que incidirá directamente en la toma de decisiones de las inversiones”.
También elogiaron la derogación de la ley de góndolas, a la que definieron como “una medida decisiva para la libertad de comercio y la libre competencia” y el plan antipiquetes que describieron como “un logro rotundo” para garantizar el trabajo y el tránsito de la mercadería.
Resaltaron además la importancia de la reforma laboral y la Ley Bases para generar previsibilidad, trabajo e inversión y la eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y su reemplazo por el Sistema Estadístico de Importaciones, que no requiere aprobación.
También se explayaron sobre los anuncios a futuro de Javier Milei.
Sobre la reducción del 90% de los impuestos que prometió el presidente, desde CADAM pidieron “eliminar el Impuesto al Cheque para la cadena, retrotraer el IVA desde el origen para productos alimenticios de primera necesidad que integran la canasta básica y reemplazar los Ingresos Brutos (impuesto distorsivo que el consumidor lo paga hasta 3 veces) por IVA provinciales”. Además, solicitaron al Poder Ejecutivo que los saldos a favor del ARCA se puedan utilizar para abonar cualquier otra obligación fiscal del organismo, evitando así su devaluación y mecanismos “simples” de devolución exprés. Por último, pidieron eliminar el anticipo del Impuesto a las Ganancias. “Anticipar impuestos por Ganancias que no se obtuvieron resulta irrazonable, sobre todo para un sector vinculado a la comercialización de productos de primerísima necesidad”, resaltaron.
Por otro lado, afirmaron que “resulta indispensable terminar con el cepo para poder operar como un país normal”.
También se refirieron a la eliminación de las trabas arancelarias para la importación y al tratado de libre comercio que busca Milei con Estados Unidos. “Consideramos que no debería ser un problema siempre y cuando se cumplan con ciertos criterios fundamentales, como no comprometer los puestos de trabajo locales y mantener un superávit comercial (la balanza comercial debe permanecer positiva para sostener la estabilidad económica). En este contexto, las importaciones bien reguladas pueden representar una ventaja significativa para los consumidores argentinos, quienes tendrían acceso a productos de mejor calidad y a precios más competitivos. Los consumidores no deben pagar la ineficiencia industrial ni al abuso de precios de algunas posiciones dominantes de determinadas industrias. Argentina debe vender lo que mejor produce y comprar lo que no producimos con calidad y eficiencia hasta que la industria nacional pueda lograrlo. Este enfoque permitirá que nuestros consumidores, trabajadores y pequeñas y medianas empresas, puedan acceder a la mejor calidad al mejor precio, promoviendo así una economía más equitativa y eficiente. Estamos comprometidos en trabajar para que estas políticas sean una realidad, protegiendo a los sectores productivos nacionales sin sacrificar los derechos y beneficios de los consumidores”, sostuvieron.
Por último, remarcaron la necesidad de la eliminación de ciertos aportes obligatorios que terminan convirtiéndose en costos ocultos que encarecen la producción. Puntualmente se refirieron a la contribución mensual por parte del empleador al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP) se efectúa desde el año 2008, por cada empleado de comercio. Ese aporte representa el 0.50% del salario para la categoría Maestranza “A” inicial, es decir, se incrementa con cada paritaria y repercute así en el costo laboral.
“Tomando este parámetro, y el monto obligatorio que aporta el empleador, que en Diciembre fue $4492,01, recaudarían unos $65 mil millones por año con el fin de ‘capacitar’, y el empleador debe aportar todos los meses aunque su empleado no se capacite nunca. La millonaria caja la administran ciertos gremios empresarios que integran la mesa paritaria. Por eso resulta inadmisible que con cada aumento paritario los beneficiarios sean ellos mismos, tocando así el bolsillo de todos los comerciantes para que junten cajas millonarias de las cuales no hay rendición de cuentas públicas”, explicaron desde CADAM.