Territorio, identidad y gestión: Los ejes del radicalismo bonaerenses que postula Miguel Fernández
El próximo 6 de octubre, la UCR va a las urnas en la provincia de Buenos Aires para dirimir la interna que definirá al nuevo titular del Comité Provincial. Se enfrentan Miguel Fernández, que busca darle continuidad a la gestión del actual titular del radicalismo bonaerense Maximiliano Abad, y Pablo Domenichini, apoyado por Martín Lousteau y Facundo Manes.
El candidato y ex intendente de Trenque Lauquen Fernández va acompañado en la lista por la directora de la carrera de Ciencias Políticas de la UBA, Elsa Llenderrozas y ya logró el apoyo de una veintena de intendentes de peso. Durante su campaña habló de consolidar una oposición seria, con experiencia en la función pública y con capacidad demostrada para resolver los problemas de los ciudadanos. El objetivo es fortalecer al radicalismo en la provincia para que pueda contar con un candidato a gobernador propio e impulsar también una proyección nacional en el futuro.
En la provincia, la UCR llegó a la interna porque no hubo forma de establecer consensos. “Para bailar un tango hacen falta dos, si uno no quiere, no se puede” apunta Fernández, que deja claro que había un sector de Evolución que estaba de acuerdo en una lista de unidad, pero que el núcleo duro que responde a Lousteau lo rechazaba.
“La interna suena como anacrónica. Queríamos lograr una síntesis partidaria”, se lamenta, pero advierte que el principal desafío a partir del día después de la interna va a ser la unificación de los bloques en la legislatura bonaerense y el afianzamiento de la identidad radical en la provincia.
“Queremos un radicalismo con identidad bonaerense, con un fuerte anclaje territorial. Y tenemos que trasladar ese proyecto bonaerense al conurbano”, define el candidato. “Hay que animarse en el conurbano. El conurbano necesita radicalismo, no puede ser que sea el PJ o la nada. Pero para eso se necesita dedicación exclusiva, ir pueblo por pueblo, distrito por distrito para construir el proyecto y después militarlo”, agrega.
Para diferenciarse, Fernández explica que la lista encabezada por Domenichini tiene un proyecto “que parece más vinculado al radicalismo porteño y al Comité Nacional” que a la provincia. Y pone foco en la gestión como forma de encarar lo que viene. “El proyecto tiene que anclarse en las necesidades de la gente. Al haber sido intendente durante 8 años, sé lo que es poner la cara por los vecinos, tener vínculo con ellos, entender sus problemas y darle soluciones”, sostiene. “La visión del territorio y el contacto con la gente son fundamentales”, advierte y por eso agradece el apoyo de los jefes comunales a su lista. “Los intendentes saben lo que es gestionar y saben lo que es el equilibrio fiscal, son los que más lo entienden, porque tienen que administrar con los ingresos que hay y no pueden subir los impuestos”, explica.
Por último, apunta directo a Martín Lousteau, titular del Comité Nacional, y sostiene que lo que pasó con los diputados que apoyaron el veto de Milei a la Reforma Jubilatoria “refleja un problema serio de conducción”.
Por eso postula un radicalismo bonaerense fuerte, con eje en el territorio, con identidad y con gestión. Algo que promete empezar a edificar en conjunto con los intendentes y los legisladores a partir del 7 de octubre.